DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 153
DERROTA MUNDIAL
«De súbito —dice— ocurre algo que quienes lo vieron, jamás lo olvidarán. Frente a
nosotros, una cortina de agua se eleva hacia el cielo. Parece que todo el mar se levanta de
pronto. Suenan detonaciones en rápida sucesión como el cañoneo durante una batalla. Se
confunden en un solo y ensordecedor estallido. Se elevan llamas azules, amarillas, rojas.
Enormes piezas del mástil, del puente, de las chimeneas, vuelan por el aire. Debimos haber
logrado un blanco directo en uno de los depósitos de municiones»
En dos minutos el coloso «Royal Oak», de 33,500 toneladas, cuya construcción había
importado un equivalente de 562 millones de pesos, se hunde en su propia base con sus
786 tripulantes. Los reflectores hurgan el cielo y el mar; los caza-torpederos y los
destructores zarpan en busca del enemigo. Un destructor con reflectores encendidos enfila
directamente hacia el U-47, que se siente ya descubierto y hace esfuerzos desesperados por
escapar, pero súbitamente el perseguidor vira y se aleja. Ahora toda la base se halla alerta.
Prien decide intentar la salida por otro sitio; en vez de pasar entre los dos barcos hundidos
del canal de Kirk Sound lo hace entre uno de los barcos y la costa. El submarino libra por
centímetros. Ya en alta mar, después de la increíble aventura de dos horas, Prien transmite
su parte: «Un acorazado hundido; un acorazado torpedeado».
La pequeña flota alemana ha infligido un golpe humillante a la Reina de los Mares y
simbólicamente ha vengado a las prisioneras naves alemanas que en 1918 fueron hundidas
en Scapa Flow por los ingleses. Churchill admite, con franqueza que lo honra: «El acto de
Prien debe considerarse como una gran hazaña de armas»
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Entretanto, otro episodio de la desigual guerra en el mar comienza a desarrollarse en el
Atlántico del Sur. El acorazado alemán de bolsillo «Graf Spee», de 10,000 toneladas, burla
el bloqueo franco-británico y sale a cazar barcos enemigos. Después de hundir a varios que
navegaban aisladamente se encuentra a una flotilla de tres. Son los cruceros británicos
«Exeter» (de 8,390 t oneladas), «Ajax» (6,985) y «Achilles» (7,030), que totalizan 22,405
toneladas. Durante una hora y veinte minutos se bate contra ellos.
El «Exeter», a 25 kilómetros, recibió más de cien impactos y 5 de sus 6 cañones
grandes quedaron inutilizados. Entretanto los otros dos cruceros se le habían acercado al
«Graf Spee» hasta una distancia de 7 kilómetros y lo hostigaban desde diversos ángulos. El
barco alemán volvió el fuego contra ellos, pero las granadas los atravesaban de un lado a
otro sin tiempo de estallar. Ocurrió luego un mutuo alejamiento, aunque sin perderse de
vista.
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12 años antes el ex capitán alemán Alfred Wehring, disfrazado de relojero, se radicó cerca de
Scapa Flow bajo el nombre de Albert Vertel. Al estallar la guerra comunicó al Almirante Doenitz que
las entradas orientales de Scapa Flow carecían de redes antisubmarinas y sólo tenían pontones
espaciados. Estos datos fueron decisivos para Prien.
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