DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 148

Salvador Borrego «Los pueblos que han tenido algún valor no lo han ganado con instituciones liberales; el gran peligro los hizo dignos de respeto». El Dr. Gustavo Le Bon, en «La Civilización de los Árabes», reconoce la grandeza de las fuerzas que en el choque de las guerras van fraguando la silueta de los pueblos: «Se ha de ser cazador o caza, vencedor o vencido. La humanidad ha entrado en una edad de hierro en la cual todo lo débil ha de perecer fatalmente... Los principios de derecho teórico, expuestos en los libros, no han servido jamás de guía a los pueblos; y la historia nos enseña que los únicos principios que han obtenido el respeto son aquellos que se hacen prevalecer con las armas en las manos». Contestando un folleto pacifista del Instituto de Derecho Internacional von Moltke dijo: «La paz perpetua es un sueño, y ni siquiera un sueño hermoso. La guerra forma parte del orden universal creado por Dios y en ella se desarrollan las más nobles virtudes del hombre: el valor, el espíritu de sacrificio, la lealtad y la ofrenda de la propia vida. Sin la guerra el mundo se hundiría en el fango del materialismo». Juan Fichte, en Discursos a la Nación Alemana, habló del poder aglutinante de la guerra: «Se llega a la unidad perfecta cuando cada miembro mira como suyo propio el destino de los demás. Cada cual sabrá que se debe enteramente al todo y que con él será feliz y sufrirá... Sólo reposan los que no se sienten bastante fuertes para luchar». Oswaldo Spengler, en Años Decisivos: «Muy pocos soportan una larga guerra sin que su alma se corrompa; nadie una larga paz... La lucha es el hecho primordial de la vida, es la vida misma, y ni siquiera el más lamentable pacifista consigue destruir, desterrar de su alma el placer que despierta. Por lo menos teóricamente quisieran combatir y aniquilar a los adversarios del pacifismo». Y Spengler mismo añade, en Decadencia de Occidente: «La guerra es la creadora de todas las cosas grandes. Todo lo importante y significativo en el torrente de la vida nació de la victoria y de la derrota... Los derechos del hombre, la libertad y la igualdad son literatura, pura abstracción y no hechos. El pensamiento puro, orientado hacia sí mismo, ha sido siempre enemigo de la vida, y por tanto, hostil a la historia, antiguerrero, sin raza. Antes muerto que esclavo, dice un viejo proverbio aldeano de Frisia. Lo contrario justamente es el lema de toda civilización postrera... La vida es dura, si ha de ser grande. Sólo admite elección entre victoria y derrota, no entre paz y guerra. Toda victoria hace víctimas. Sólo es literatura la que, lamentándose, acompaña los acontecimientos... La guerra es la política primordial de todo viviente, hasta el grado de que en el fondo lucha y vida son una misma cosa y el ser se extingue cuando se extingue la voluntad de la lucha. 148