DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 122
Salvador Borrego
internacionales —como Mr. Oechsner de la United Press—, fueron invitados por Alemania
para que dieran fe de esos hechos.
La provocación de esos acontecimientos dio los nefastos frutos que se esperaban de
ellos: el conflicto germano polaco perdió, toda coyuntura de arreglo amistoso y se volvió un
polvorín. El 15 de agosto del mismo año de 1939 el Gobierno francés notificó a Alemania
que en caso de un choque armado germanopolaco, Francia daría todo su apoyo a Polonia.
Cosa igual anunció Inglaterra una semana después. Hitler conferenció entonces con el
embajador británico, Neville Henderson, para hacerle ver que Inglaterra estaba prefiriendo
cualquier cosa antes que un acuerdo pacífico. "En su voluntad de aniquilar —le dijo— se
había dirigido a Francia, a Turquía, a Moscú... Alemania nunca había emprendido nada en
perjuicio de Inglaterra, a pesar de lo cual Inglaterra se había colocado contra Alemania".
Al recuperar la soberanía sobre los territorios alemanes del Sarre y la
Renania (1936), Hitler anunció que no tenía ya demanda que hacer a las
potencias occidentales. Su atención se desvió a la unificación de Austria y a
la neutralización de Checoslovaquia (1938) como bastión de la URSS. Por
último, en 1939 se lanzó resueltamente hacia el Oriente para unir por tierra
a la provincia de Prusia Oriental y preparar así la ofensiva contra el
marxismo entronizado en Moscú.
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