DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 120

Salvador Borrego Consultando archivos capturados después de la guerra, el historiador inglés F. H. Hinsley precisa que las negociaciones ruso-germanas empezaron a iniciativa rusa, el 17 de abril de 1939. El 3 de mayo siguiente el Ministro israelita de Relaciones Exteriores de Rusia, Maxim Litvinoff (originalmente llamado Maxim Moiseevich Vallakh Finkelstein), fue relevado de su puesto a fin de suavizar la desconfianza" de Hitler. Ante la crisis de Polonia y la amenaza de guerra de la Gran Bretaña y Francia, Alemania aceptó el ofrecimiento soviético. El Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Ribbentrop llegó a Moscú el 23 de agosto de 1939 y en horas, con inusitada facilidad, se firmó el pacto, como que era lo que precisamente quería el Kremlin. Veinte horas después de su arribo a Moscú, Ribbentrop ya volaba de regreso a Berlín. Ante aquella suavidad de la URSS se ocultaba algo enormemente benéfico para et marxismo. Poco después pudo verse que Hitler no había alcanzado a comprender que el pacto no evitaría que las potencias occidentales le declararan la guerra, pues tal pacto era simplemente una trampa soviética tendida de acuerdo con la camarilla israelita de Occidente. Sin embargo, esto no era visible de momento y Hitler aceptó el tratado con la esperanza de ganar tiempo mientras despejaba la amenaza que se cernía desde Occidente. "No creemos equivocarnos —dice Hinsley— al afirmar que si sólo hubiera dependido de Hitler, las negociaciones hubieran terminado en un fracaso". Agrega que el Führer confiaba en que ese paso alejaría el peligro de guerra con la Gran Bretaña y Francia. Ese tratado fue una sorpresa para el mundo, mas no para Roosevelt y sus consejeros israelitas, que día a día estuvieron siendo informados de la cautelosa política de Stalin para lograr la secreta meta común de que Alemania se viera envuelta en una guerra con las na- ciones occidentales antes que con la URSS. 58 El diplomático norteamericano William C. Bullit dice que desde 1934 Roosevelt fue informado de que Stalin "deseaba concertar un convenio con el dictador nazi y que Hitler podía tener un pacto con Stalin cuando lo deseara. El Presidente Roosevelt fue informado con precisión, día tras día, y paso tras paso, de las negociaciones secretas que tuvieron Stalin y Hitler en la primavera de 1939... En verdad, nuestra información concerniente a las relaciones entre Hitler y Stalin era tan excelente, que habíamos notificado al Gobierno soviético que esperase un asalto a principios del verano de 1941 y habíamos comunicado a Stalin los puntos principales del plan estratégico de Hitler". En consecuencia —como este aviso era dado en 1939—, quedaban dos años de margen para empujar a los países occidentales hacia la guerra contra Alemania, no en provecho de ellos, sino en anticipada defensa del marxismo israelita que se encontraba ya en capilla. 58 Cómo los EE. UU. Ganaron la Guerra y por qué Están a Punto de Perder la Paz. 120