DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 156

Salvador Borrego El 16 de diciembre de 1939 Inglaterra comenzó a preparar la invasión de Noruega. Es éste un hecho que ahora parece sorprendente, porque la propaganda hizo creer que Alemania se había lanzado cruel e innecesariamente contra ese país débil y neutral en un loco y suicida intento de dominar al mundo. Pero la verdad fue otra. Churchill asienta en sus Memorias «la parte final de un memorándum que presenté fechado el 16 de diciembre de 1939, decía: Es necesario considerar el efecto de nuestra acción contra Noruega... No habrá infracción técnica del Derecho Internacional mientras que lo que vaya a hacerse no se encuentre acompañado de alguna forma de inhumanidad... Las naciones pequeñas no deben atarnos las manos». Y consecuentemente el 16 de febrero de 1940 Churchill ordenó que el barco alemán «Altmark» fuera abordado por fuerzas del «Cossack», a pesar de que navegaba en aguas neutrales noruegas. El historiador británico capitán Liddell Hart dice que el asalto inglés al «Altmark» en aguas noruegas hizo pensar a Hitler que si Churchill estaba dispuesto a violar la neutralidad de Noruega para atacar al «Altmark», estaría más deseoso de hacer lo mismo a fin de cortar los abastecimientos de hierro que tan vitales eran para Alemania, pues para 1940 ascendían a once millones de toneladas. Los alemanes capturaron Oslo, Thondheim y Narvik. Tres días después los anglofranceses desembarcaron en Namsos y Andalsnes. Fuerzas alemanas del área de Oslo batieron en Dombas a las fuerzas aliadas desembarcadas en Andalsnes y el plan aliado se derrumbó. 76 El mismo Churchill confirma que el 3 de abril de 1940 el Gabinete inglés autorizó que la flota minara las aguas noruegas a partir del 8 de abril. Simultáneamente estaba siendo preparado el Plan Stratford para la ocupación anglofrancesa de los puertos noruegos de Stavenger, Bergen y Trondheim. Así se flanquearía a Alemania y se haría más efectivo el bloqueo de hambre 76 El comandante Quisling, ex ministro de Guerra de Noruega, se enteró de los planes aliados de invasión y dio aviso a Hitler. Explicaba entonces que en sus años de residir en Rusia había conocido el bolchevismo, que Alemania era el único baluarte contra esta amenaza mundial y que por eso le prestaba tal servicio. La propaganda aliada ha hecho del apellido Quisling un sinónimo de infamia y traición 156