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DERROTA MUNDIAL
calumnia. En la evacuación de Dunkerque se emplearon 850 barcos, de los cuales 700 eran
ingleses. Churchill admitió que 230 fueron hundidos y 43 averiados. «En Dunkerque —dice
en sus Memorias— se perdió todo el equipo del ejército inglés: 7,000 toneladas de
municiones, 90,000 rifles, 120,000 vehículos, 8,000 cañones y 400 armas antitanque».
Prácticamente sólo la aviación alemana intervino en operaciones de acoso sobre las
playas e impidió que las tropas británicas se llevaran su equipo bélico. Es tan evidente que
Hitler no quiso violentar más al pueblo británico aniquilándole o capturándole a sus tropas
expedicionarias, que el general inglés Desmond Young aporta el siguiente testimonio en su
libro «Rommel».
«Speidel era jefe de la sección primera del 9º Cuerpo en Dunkerque y confirma que
fue la orden de Hitler la que evitó que von Bock usara los dos cuerpos blindados de
Guderian y de von Kleist contra los ingleses que se embarcaban. Si hubieran sido usados, ni
un solo soldado inglés hubiera podido salir de las costas de Francia». Otro valioso
testimonio al respecto es el del Teniente Coronel francés De Cossé Brissac, quien afirma:
«Hitler, especialmente, cometió el grave error de detener súbitamente la acción de las
fuerzas blindadas alemanas contra la cabeza de puente aliada, que se hallaba debilitada en
extremo».
Por último, el capitán inglés Liddell Hart concluye:
«La escapada del ejército británico en Francia ha sido frecuentemente llamada el
milagro de Dunkerque... Aquellos que lograron escapar, muy a menudo se preguntan cómo
es que pudieron arreglárselas para haberlo conseguido. La respuesta es que la intervención
de Hitler fue lo que los salvó cuando no había nada que fuera posible que los salvara. Una
orden repentina detuvo a las fuerzas blindadas exactamente cuando éstas se encontraban a
la vista de Dunkerque».
La salida de 338,226 soldados británicos terminó el 4 de junio (1940). Ese día un
recuento parcial alemán hacía ascender los prisioneros franceses y belgas a 330,000 y el
Alto Mando anunció: «La gran batalla de Flandes y del Artoís ha terminado. Será inscrita
en la historia de la guerra como la más grande batalla de aniquilamiento hasta la fecha».
EL DERRUMBRE DE FRANCIA
Y mientras esa batalla tocaba a su fin, Francia echaba mano de todas sus reservas para
improvisar un nuevo frente a lo largo del río Somme. Reynaud pidió ayuda a su aliado
Churchill y éste repuso que cinco escuadrillas de caza (135 aviones) «volando
continuamente, era todo lo que podía hacer». La situación se había agravado para Francia
con la pérdida de 370,000 de sus soldados, muertos o capturados en la batalla de Flandes, y
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