Death Note N°1 1 | Page 17

Death Note / September, 2016 15

hombres, pero que, a la larga, será el inicio de su fin, pues una explosión provocará la muerte de Gregorio y, los indios, que han sido advertidos por Willka de lo que sucede, entenderán cuáles son las intenciones de Cabrejos.

Entretanto, las reuniones entre los otros propietarios del pueblo empiezan a ser más constantes; buena parte de ellos (engañada por el ingeniero) desea unirse para hacer frente a la avanzada de Fermín, quien se está apoderando poco a poco de todo; sólo Asunta y Adelaida se muestran en contra de los planes de abrir a un consorcio extranjero las puertas de San Pedro. Tal es el malestar general de los vecinos que, cuando muere la madre de Bruno y Fermín, ninguno de ellos acompaña la procesión, sino que permanecen lejos de ella, viendo en los hermanos el estigma de la ambición y el pecado.

Pero esto es mentira: si bien Fermín administra casi todo el pueblo y la mina, y trata a los indios con severidad, le apuesta al progreso del Perú y; por su parte, Bruno se ha apartado de la lujuria desde que conoció a Vicenta, una mestiza que lo enamoró y lo hizo olvidar definitivamente de las otras mujeres y de los hijos desperdigados por todo lado. Es más, ante la mirada de asombro de muchos propietarios, acostumbrados a la tradicional forma de manejar a los indios (castigándolos, gritándoles), Bruno ha empezado a concederles favores, permitiéndoles comerciar entre ellos y cultivar ciertas partes de su propiedad.

A su manera, Bruno está convirtiéndose en un patriarca tolstoiano; visita las tierras de Paraybamba, sometidas por el hambre y la muerte, reorganiza el poder indígena y brinda facilidades para la siembra, todo ello impelido por un deseo de igualdad de carácter religioso. Mas, es obvio que en un pueblo como San Pedro todo esto resulte mal recibido; la ley antigua dice: “ser severo con el indio para no dejar que crezca en él el germen de la ambición”; por ello, Bruno tendrá que enfrentar las acusaciones de revolucionario (en especial las del cholo Cisneros) a veces de palabra, y otras con violencia.

Justamente, en esa defensa de su posición estará Bruno cuando se descubra el rosicler en la mina de su hermano. Lo triste es que ni él ni Fermín podrán hacer algo para evitar que el poder de la Wisther and Bozart caiga de inmediato sobre el Apark’ora. Pronto se descubrirá que el consorcio controla todo: el gobierno, los jueces, los abogados; no hay otra opción que vender los derechos sobre la mina al mejor precio, aunque eso signifique apenas un 20% de las utilidades. Es una situación compleja porque la irrupción de la compañía en San Pedro no sólo implica que las ganancias de la explotación saldrán directamente hacia el extranjero, sino también que los indios y cholos traídos de otros pueblos serán esclavizados sin control alguno.