De tránsito 1. Apr. 2014 | Page 14

—No hay que ser, Yaqui. No te enojes. Nomás le doy una bachita y ya. —Gracias. Me cae que eres a toda madre. —Sólo que no llegues pacheco al ensayo. Luego Sabina ya ves cómo se pone. No me gustaba que Rafael fumara marihuana todos los días, y muchas veces nos habíamos peleado por eso hasta que decidí no insistir en que la dejara. Lo peor es que a sus papás no les importaba que lo hiciera, sus hermanos también le entraban de vez en cuando, y desde que el Chubby y Juan Carlos compartían del departamento de abajo, él fumaba mucho más. Creo que, en realidad, lo que me dolía era no saber darle el golpe al cigarro. Nunca aprendí, así que las pocas veces que decidí probar el churro que yo misma había forjado -eso sí lo sabía hacer muy bien- no me hizo efecto.Y la frustración era doble. Miércoles 1:30 pm —Rafa, ¿tú dejaste mi toalla tirada en el piso? —No, ¿por qué? —Porque está empapada y cochinísima.Alguien la pisó. —Pues agarra otra y ya, tan fácil. —¡No es tan fácil, fíjate! —No grites. —Sí grito. Es la primera vez que estamos solos y tengo ganas de gritar. —Okey, maestra. Haz lo que quieras. 14