De tránsito 1. Apr. 2014 | Page 11

sofá cama de la sala, y dormíamos y hacíamos el amor bajo la mirada del Che. Los problemas surgieron cuando los demás pasaban rumbo a la cocina a mitad de la noche, o abrían las cortinas muy temprano los fines de semana, que era cuando teníamos casa llena. Marisa y su novio en turno (siempre había alguien, aunque no todas las veces era el mismo), dormían sobre el box spring, mientras que Paco y su novia (que tampoco era siempre la misma), lo hacían en el colchón tirado sobre el piso en la recámara. Por la mañana, había que poner la cama en orden, y doblar el sofá de la sala, porque de otro modo se hacía casi imposible ir de un lado al otro. Al principio, me parecía increíble y maravilloso que con un solo baño nos diéramos abasto; que con el poco dinero que reuníamos, María pudiera cocinar platillos suculentos para tanta gente, sobre todo cuando el departamento de abajo se desocupó, y tuvieron a bien mudarse unos amigos de Rafael, también actores, que de inmediato se integraron a la familia y sólo se iban a la hora de dormir, cuando ya habían comido hasta saciarse. Lunes 7:00 am. — Rafa, levántate. Hay qu H[