De las ciudades redondas a los anillos espaciales | Page 70

De las ciudades redondas a los anillos espaciales tas y animales. Es mediante esta fusión entre espíritu y materia como los espíritus llegan a su máxima realiza- ción y por eso se lleva a cabo. El proceso de vida y muerte no es más que un ciclo repetitivo que en no su- pone la muerte del espíritu, pues la vida es eterna para toda la materia y para la vida en su esencia. Podría decirse que el motivo de la vida es la bús- queda de la felicidad y el proceso de reencarnación en la materia ayuda a conseguirlo. La muerte tiene como misión regenerar a los espí- ritus con un nuevo nacimiento. Así se comienza por el principio de nuevo, no solo el aprendizaje ayuda al pro- greso, también el olvido lo hace. La cuestión es saber que se debe de olvidar y que una persona al morir no ol- vida sus conocimientos, pero el conjunto de la sociedad conserva los necesarios para las nuevas generaciones. En cambio, el espíritu tiene una memoria que se desactiva al encarnarse, pero que le ayuda en el proceso posterior a cada muerte. Por eso resultan efímeros los trabajos de quienes pretenden buscar la vida eterna del cuerpo. Al hacer eso, están intentando negar la naturaleza cíclica del cosmos y su derecho a renovarse, además de ser un claro rechazo a la vida eterna del espíritu. LAS PRIMERAS PARTÍCULAS Todas las partículas que formasen parte de un solo ser o espíritu podrían estar unidas mediante unos fila- mentos que las comunicarían entre sí y que se moverían a la velocidad de la luz con el fin de evitar la colisión con otros filamentos de otros seres. Es decir, se moverían 70