De las ciudades redondas a los anillos espaciales | Page 41

Antonio Pinto Renedo del espacio, también se podrían instalar parques artifi- ciales dotados de gravedad centrífuga propia para que no sea imprescindible ir al planeta para verlos. VIVIR EN EL ESPACIO O EN TIERRA Las sociedades del futuro tendrán que decidir qué es mejor, si vivir en las estables estaciones espaciales en órbita planetaria o sobre las superficies de planetas o lunas; por supuesto, los planetas con una gravedad ex- cesiva como Júpiter serían rechazados, pero no sus lunas, que ofrecerían grandes expectativas a las sociedades ve- nideras. Estos planetas, sin embargo, podrían servir de re- serva de gases para los planetas habitados o para abaste- cer de masa de reacción a las naves interestelares. Cada una de estas formas de vida tiene ventajas e inconve- nientes sin que esté muy claro cuál es mejor. Vivir en la órbita significa poder elegir la grave- dad que uno quiera a voluntad mediante el uso de los ci- lindros rotacionales y vivir en las superficies planetarias supone tener el planeta y sus recursos al alcance, sin tener que salvar las distancias hasta la órbita. La estancia prolongada en un medio con baja gra- vedad podría provocar la pérdida de masa ósea y mus- cular, esto se podría contrarrestar favoreciendo el in- cremento en la estatura de los habitantes. Este incre- mento puede favorecer la musculatura por una cuestión de mecánica cinética. Otro modo sería reduciendo al mí- nimo el uso de maquinaria y favoreciendo así que los ciudadanos hagan el máximo ejercicio. 41