De las ciudades redondas a los anillos espaciales | Page 37

Antonio Pinto Renedo debajo del mismo con el fin de dispersar el magnetismo, por medio de unos trajes provistos de fibras metálicas sensibles al campo magnético se conseguiría dotar a las personas de la suficiente fuerza de atracción como para poder caminar con relativa facilidad, este campo de fuerza actuaría, sobre todo, de cintura para abajo y habría uno en cada planta. En cualquier caso, este sistema de gravedad es más un método de apoyo que un sistema de gravedad propiamente dicho. Este sistema también se podría utilizar en aquellas naves espaciales que por alguna circunstancia no se con- siderase apropiado el uso del sistema centrífugo. LOS ANILLOS ESPACIALES Las ciudades compactas se situarían en un anillo espacial a una distancia en la que el periodo de trasla- ción de las mismas en torno al planeta o luna equival- dría a veinticuatro horas; de este modo, la duración del día sería igual que en la superficie terrestre. Desde mi punto de vista, la mejor forma de colo- car las ciudades sería en una especie de cadena en la que las ciudades estarían en hilera alrededor de la zona ecua- torial. En la Tierra, este lugar estaría a unos 36.000 kiló- metros de distancia de la superficie planetaria en la llamada órbita geoestacionaria. Las ciudades espaciales colocarían su parte superior hacia el sol y, así, parecería que estuvieran en la superficie terrestre; todas ocuparían el mismo plano orbital con respecto a la tierra, las ciu- dades flotarían separadas unas de otras por una cantidad 37