De las ciudades redondas a los anillos espaciales | Page 36

De las ciudades redondas a los anillos espaciales algunos inconvenientes como la influencia nociva de esos campos de fuerza más allá de su finalidad, como, por ejemplo, la interferencia que se produciría entre los distintos campos que habría en cada planta de un edifi- cio; también se podría colocar un campo de atracción debajo de la ciudad con el fin de generar la gravedad ar- tificial, pero el inconveniente sería la pérdida de fuerza progresiva en cada planta cuanto más alejada estuviera del generador. Además, no sería posible desconectar ese campo de fuerza cuando no fuera necesario, como ocurriría con el otro sistema; por ello, el sistema centrí- fugo espacial me parece más convincente. En cuanto al uso de sistemas centrífugos para pro- porcionar gravedad en la superficie de lunas y planetas, creo que sería ineficaz debido a la interferencia que se ocasionaría al mezclar la gravedad planetaria y centrí- fuga. Las ciudades se convertirían en estructuras llenas de cilindros con secciones girando mitad vertical mitad horizontal, eso resultaría incómodo, además del riesgo que supone de frenado ocasionado por la gravedad. No hay que olvidar que el sistema centrífugo en el espacio se hace mediante tambores que giran en el medio ingrá- vido y, por lo tanto, sin el riesgo de frenado provocado por la gravedad terrestre. En estas condiciones, lo mejor es que en las su- perficies de los mundos con baja gravedad se utilicen sistemas magnéticos para producir la fuerza de atracción necesaria para el desplazamiento de las personas. Esto se conseguiría colocando electroimanes o pla- cas de imanes permanentes en el suelo, pero un poco por 36