Cárol TEASER | Page 4

14 Víctor Sáenz Barrón
juguetones o , mucho peor , gigantes , era mejor tener cuidado . Por supuesto , esos a quienes los diminutos seres del bosque llamaban « gigantes » tan solo eran humanos .
El verrugoso duende arreglaba aquella diferencia de tamaño gracias a un puntiagudo sombrero de ala ancha que aumentaba su altura hasta casi los diecinueve centímetros , y eso era poco menos que la mano de un gigante , lo que en su opinión ya era bastante razonable . Por otro lado , así también protegía la cabeza del frío , su prominente nariz de la lluvia y , por qué no decirlo , le permitía lucir buen aspecto a pesar de no peinarse casi nunca . Estaba hecho con hojas de roble cortadas a tiras y barnizadas con resina , así que era grueso y resistente .
En ese momento , Lórrim vigilaba los alrededores para que a Maka no le pasase nada malo .
Maka era la pareja de Lórrim y , por muy increíble que parezca , medía todavía menos que él . Sin embargo , pesaba más , ya que la caracterizaba una gran barriga redondeada y blandita , que solía moverse alegremente cuando correteaba . A Maka le gustaba llevar vestidos anchos , confeccionados con hojas de árboles alargadas y teñidas de vivos colores , sobre los que caía su larga melena azul , de la que algunas veces surgían hermosas partículas brillantes que se elevaban un poquito antes de desvanecerse .
Aun siendo bastante miedosa y encargándole muchas tareas a Lórrim para evitar hacerlas por sí misma , era ella la que había propuesto mudarse fuera del bosque . Los motivos fueron muchos y razonados de forma inteligente pero , en el fondo , uno sobresalía por encima de los demás y ambos lo sabían , aunque no llegó a mencionarse : la pasión de Maka por los dulces de los habitantes más grandes del valle era incontenible . Le encantaban la mermelada , los caramelos , las gominolas , los pasteles , la nata , los bombones , el merengue , los bollos y casi cualquier alimento que llevase azúcar o miel .