La incidencia del curriculum oculto
tiene unas peculiaridades que no
acompañan
al
desarrollo
del
curriculum
explícito
de
las
instituciones, a saber:
a. Es subrepticio, es decir, que
influye de manera no manifiesta,
del todo oculta. No por eso es
menos efectiva. A través de la
observación, de la repetición
automática de comportamientos,
del cumplimiento de las normas,
de la utilización de los lenguajes,
de la asunción de las costumbres,
acabamos asimilando una forma
de ser y de estar en la cultura
generada por la institución.
a. Es omnipresente porque actúa en
todos los momentos y en todos los
lugares. De ahí su importancia y
su intensidad. La forma de
organizar el espacio y de distribuir
el tiempo está cargada de
significados, la naturaleza de las
relaciones está marcada por los
papeles que se desempeñan, las
normas están siempre vinculadas
a una concepción determinada de
poder… Cuando estamos en una
organización
permanecemos
inmersos en su clima.
b. Es omnímodo porque reviste
múltiples formas de influencia. Se
asimilan significados a través de
las prácticas que se realizan, de
los comportamientos que se
observan, de las normas que se
cumplen, de los discursos que se
utilizan, de las contradicciones
que se viven, de los textos que se
leen, de las creencias que se
asume
c. Es reiterativo, como lo son las
actividades que se repiten de
manera casi mecánica en una
práctica institucional que tiene
carácter rutinario. Se entra a la
misma hora, se hacen las mismas
cosas, se mantienen las mismas
reglas, se perpetúan los mismos
papeles
d. Es inevaluable, es decir que no se
repara en los efectos que
produce, no se evalúa el
aprendizajeprovoca, no se valora
las repercusiones que tiene. Se
evalúa el curriculum explícito,
tanto en los aprendizajes que ha
provocado en los alumnos/as
como de manera global a través
de las evaluaciones de Centros.
Pero no se tiene en cuenta todo lo
que conlleva la forma de
estructuración, funcionamiento y
relación que constituye la cultura
de la institución.
Al hablar del curriculum oculto y de
los valores, hay que referirse a las
instituciones educativas en un doble
aspecto:
a) Dimensión macro: el sistema
educativo, la forma de establecer la
red de centros, la adscripción a los
mismos, la posibilidad de seguir
itinerarios dependiendo de la
capacidad y del esfuerzo y no sólo
de las posibilidades económicas de
la familia es un ejemplo de ética
que aprenderán los ciudadanos. Por
el contrario, si la forma de organizar
los Centros y de seleccionarlos, si la
oportunidad que ofrece está al
servicio del poder y del dinero, se
está utilizando el sistema de
educación como sistema de
perversión social.
b) Dimensión micro: cada centro
puede
encarnar,
ignorar
o
contradecir
los
valores
que
constituyen el fundamento de la
sociedad civil. Cada institución ha
de ser el trasunto de una sociedad
que respeta los valores, que los
vive, que los hace realidad en sus
prácticas, en las relaciones de las
personas y en la forma articular el
funcionamiento.
No es suficiente conseguir el
respeto y la práctica de valores en una
sola de las
dimensiones. Ni el que falte esa
práctica en una de ellas ha de ser
óbice para que se
abandone su consecución en la otra.
Las dos dimensiones se hacen
imprescindibles,
también complementarias.