Cultura a la Mexicana Vol. 1 | Page 3

La Faena,

El coordinador de la Faena recordó que la época de oro del establecimiento fue de los años 60’s a los 80’s, durante esos años. El bar fue uno de los más concurrido de la zona, y a pesar de su gran tamaño fue el “primer lugar donde se asignaban las mesas de acuerdo al número de integrantes que asistían”. Había veces que dos parejas se sentaban en una mesa sólo para gozar del lugar. Durante ese periodo, la cerveza de barril era la especialidad de la casa, y debido al bajo precio de ésta, muchas personas gustaban de ir allí ya que: "El galón de cerveza costaba 7,50 y te alcanzaba para muchas personas además había un ambiente muy agradable”; afirma el Sr.

“Los hermanos del segundo dueño, trabajaban con los toros es así como surge la idea de cambiar el concepto del bar a tal y como está actualmente, se recolectaron muchos artículos originales de la época y fueron adaptados dentro del lugar. La gente empezó a asistir mucho porque querían saber qué había y de qué era la exposición.. Además de la exposición taurina, el atractivo de este bar era el único lugar donde permitían que las chavas “echarán cotorreo” con los chavos ya que en 1960 casi todas las cantinas de la Ciudad de México eran exclusivas para hombres, excepto “La Faena “, aquí podía entrar cualquier persona, no había discriminación de ningún tipo (sexo, raza, clase social, etc.), desde ese entonces en las tardes había payasitos, músicos y demás, volviéndose un concepto familiar.”

un bar con historia... historia

La época de oro de la Faena fue de los años 60’s a los 80’s

sin embargo, aún es de los destinos favoritos de los capitalinos.

La Faena, además de ser uno de los bares con más historia de la Ciudad de México, es también uno de los más inusuales, ya que se puede considerar como un museo de Tauromaquia, debido a sus interesantes exposiciones y cuadros de la fiesta brava que han sobrevivido con el paso del tiempo. Aunque este lugar ha tenido varios dueños, durante sus 59 años de existencia es sobresaliente la presencia de Juan Solís Sánchez, un señor de 73 años, quien ha trabajado en la Faena desde hace más de cinco décadas: por esta razón él considera que: “Nadie puede decir cosas tan reales del lugar

más que yo, ya que he vivido todos los cambios del mismo.”

La historia de la Faena, se remonta a 1954, cuando el antiguo Hotel Mancera se dividió y una parte de él se convirtió en el Restaurante Mancera. “El señor Mancera, fue un personaje muy conocido en su época porque tenía mucho dinero; en 1960 falleció y el restaurante cambió de dueño, convirtiéndose así en el bar “La Faena”, afirma Juan Solís, éste mismo considera que el segundo dueño de la Faena fue el más importante en la historia del establecimiento.

Por: Chávez Berenice

Escobar Froylan