para evitar males mayores , mañana y tarde , te estás viendo obligado a vender por debajo de coste , a lo que se les antoja , las latas de cerveza que se pimplan los ocho o nueve moros que se pasan mañana y tarde levantando el barniz , y desbastando la madera , del asiento y respaldo de los cuatro o cinco bancos a la sombra de otras tantas acacias en las proximidades . Te convendría tener cerrado mientras los moros disfrutan del sol o de la luz y abrir mientras están durmiendo , por la noche .
— Eso serviría para , a lo sumo , una semana ; después , cambiarían el horario .
Pues eso , cuando mi estrés y tristeza se me hacen insoportables ( todos los días , sin excepción ), me pongo al ordenador y realizo un pedido en la página de Aliexpress , o en la de Amazon , solicitando que se haga la entrega en el locutorio Malik . Ya no sé si me deprimo y estreso por enfermo mental , o porque es el detonante , síntoma de enfermedad al fin , que preciso para lanzarme a comprar chinerías con el objeto de ir a recogerlas al locutorio de mi amigo . La mayor parte de las veces , después de recoger el paquete y hacer compañía a Malik por tiempo indeterminado ( cada vez más , por cierto ), arrojo la mercancía al contenedor gris de la basura , que apenas dista cincuenta metros del local . Ya me gustaría a mí prescindir de los actos que anteceden a mi desembocadura en la tienda de Malik , pero no puedo . La enfermedad , mi enfermedad , por más que haya gente que crea lo contrario , no es caprichosa . Es la que me lleva a celebrar la ceremonia diaria que hace posible que no me cuestione mi propia vida . Si se fuera Malik , todo habría dejado de tener sentido para quien esto pía .
—¿ Para cuándo un nuevo escrache , Malik ? —¡ Calla , amigo !
— Los malos no son determinados bebedores de cerveza ; los malos son los que atienden a falsas proclamas ; los peores no son los que se dejan comprar por una baratería ; los peores son los que compran y no pagan , o , peor aún , pagan con dinero que no les pertenece . Y lo peor de lo peor son todos aquellos que , individual o colectivamente , se erigen en salvadores sabelotodo para decirles a los demás qué deben hacer o dejar de hacer y cómo lo tienen que hacer .
— Eso , amigo .
— Eso en lo que acabo de incurrir yo ahora . Pero , en definitiva , lo que yo quería decir es que por qué no dejan a israelíes y palestinos que hagan la guerra en paz y lo mismo digo para rusos y ucranianos . La guerra , no te quepa duda , hubiera acabado hace mucho tiempo , con el ahorro en almas y bienes materiales que tal supondría .
— Yo también querer paz , amigo .
— Pero ellos no , mientras tú no seas todavía más desprendido de lo que ya eres ; en otras palabras , que a ti la paz no puede salirte de balde . Como a Israel , por mucho que la desee .
—¡ Amigooo ! Yo no entender de política . — Peor para ti , porque te van a seguir puteando . Ya sabes lo que quieren . —¿ Dinero , barra libre quizá ? — se preguntó iluso .
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