Culdbura18 invierno 2022 | Page 96

por no decir cosas peores . Y las que dicen que solo se ponen hermosas para sí mismas es que aún no han dejado de ser mentirosas adolescentes , ignorantes jovenzuelas o hembras sin razón ni corazón .
―¡ Mil gracias , doña Eloísa ! Voy a dar el último toque al pelo .
Cómo llegó doña Eloísa a contratar a Zulima es una historia rocambolesca . Tan solo llevaban juntas tres meses y daba la impresión de haber vivido juntas y de haberse entendido toda la vida . Las últimas muchachas que doña Eloísa había contratado no le duraron , no diré el año en ciernes , sino el mes , o incluso menos de lo que dios tardó en hacer el mundo ; más aún , alguna ni al comienzo de la entrevista .
― Los fines de semana los quiero libres ― se auto despedía una antes de sentarse y decir su nombre ―. Tengo novio .
― No estoy dispuesta a cobrar como un trabajo basura ― imponía otra antes de saber cuál era el cometido de su trabajo y el sueldo con el que pensaban pagarle .
― Los baños , me da asco limpiarlos ― terciaba una tercera , de uñas largas e impecables , de manicura intachable .
―¿ Qué le tengo que ayudar yo a qué ? ― exclamaba otra con cara de asombro , poniendo boca de asco y cuerpo en postureo adolescentil .
Y , así , unas y otras , todas hijas de una generación cuyos padres nunca supieron decirles ¡ NO ! en la infancia , pasaban a mejor vida en tan breve guiño de tiempo .
Zulima sí fue un soplo de aire fresco para doña Eloísa después de tanta … peste . Ya antes de comenzar la entrevista , apenas entró en el salón la miró detenidamente y declaró desde su silla de ruedas , que siempre utilizaba para impresionar :
― El puesto es tuyo y te subo 300 euros al mes ― dijo , no aceptando regateo alguno a la baja .
― Pero si aún no me ha dicho qué he de hacer y lo que voy a ganar …
― De lo primero , seguro que no necesitas que te lo explique y de lo segundo , si has venido por este trabajo no vamos a pelearnos por infravalorarte .
Definitivamente doña Eloísa era una persona resolutiva y más que ligeramente conocedora del género humano .
Volvió Zulima al baño a retocar el peinado . Tenía un cabello precioso que ella cuidaba para que su rizo natural trasformase el rostro y adquiriese insospechadas personalidades . Achocolatado , luminoso y sedoso , esponjado o domado , simplemente suelto o cual escarola gigante lo mismo podía parecer una leona indomable como una dama de la alta sociedad , una cantante rockera como una llamativa modelo ; pero , siempre , hermosa y norteafricana .
Según retocaba el cabello su cabeza repetía las palabras de doña Eloísa sin poder reprimir el sonido de su propia risa : “ Dicen que vienen a trabajar , pero quiá , solo vienen a follar nacionales ” ¡ Ella también era extranjera ! Entonces , ¿ qué hacía que doña Eloísa la discriminara como si ella fuera una “ nacional ”?
Llamaron a la puerta . Ding ― dong .
― Ya voy , ya voy ― Zulima , Zuli , no se preocupó por abrir ― ¡ Ah ! El cartero ― avisó desde la silla de ruedas . Abrió .
― Buenos días , señora . Traigo una carta certificada . Perdone , se me ha acabado la tinta del bolígrafo . ¿ Podría dejarme uno para que pueda firmar usted ? ¿ Puedo pasar ? ― y entró sin esperar respuesta .
Doña Eloísa no le quitó ojo .
―¡ Raro , raro ! ¡ Un bolígrafo en estos tiempos ! ¡ Raro ! ― reflexionaba mientras fruncía el ceño ―. Claro que también podía ser el tonto de Correos , como también está el poli tonto , o el maestro idiota ― pensó ―.

Página 96