Culdbura18 invierno 2022 | Page 33

tercer mundo . Y esa fue una de las cosas que aprendí en este viaje , por no decir la principal : que estaba equivocado .
En el mes que estuve allí no paré de hablar con la gente . Me di cuenta de la suerte que tenía de utilizar una lengua con la que podía comunicarme a miles de kilómetros de distancia con niños , ancianos , mayores … Éramos la atracción de la zona y lo sabíamos . La mayoría nunca había visto un extranjero . La gente se acercaba y nos preguntaba . Yo respondía encantado .
Poco a poco me empecé a encontrar a gusto . Incluso me aficioné a ir a caballo . Un primo de Juana me regaló un sombrero de cowboy y con aquel sombrero puesto , que al final perdí porque se lo llevó el viento , recorrí los caminos y las comunidades . Poco a poco comencé a ir al trote y al final incluso galopaba . A pie o a caballo recorrí los caminos y las quebradas siempre sorprendido y admirando aquel fastuoso paisaje . Poco me importaron el barro , los mosquitos , la humedad y el calor sofocante . Los bosques con sus inmensos árboles , las montañas , el río Ochomogo , los inmensos ingenios de caña de azúcar … El recuerdo de aquellos paseos me sigue proporcionando aún hoy en día un inmenso placer .
Pero lo mejor eran las noches . Cuando conversábamos en casa a la luz del candil . Platiqué muchas horas con la familia sobre todo con Juana . Con el tiempo comencé a sentirme como un miembro más de la familia y en ningún momento tuve la sensación de ser un turista , que era lo que realmente era . Con frecuencia venía el hermano de Juana y alguno de sus amigos . Traían guaro ( aguardiente barato de caña de azúcar ) y se ponían bastante beodos . A mí me servían , pero a la segunda o tercera copita les decía que no quería más . Me regañaban . Decían que eso era tirar la bebida . Si no se emborracha ¿ para qué bebe entonces ? Esto es tirar el guaro ... Bebían y se llegaban a poner un poco violentos . Pero en seguida Juana les despachaba y se iban a casa . Violentos , aunque no tanto como aquel día en el que estuve a punto de perder la vida por culpa de Camilo Sesto . Pero esta es otra historia que contaré más adelante .
Me enamoré de aquel paisaje único y lleno de vida . Me enamoré de la luz más bella que he visto jamás . Y sobre todo me enamoré de los quiebraplatas … Unos insectos luminosos como las luciérnagas . Pero que vuelan . Los había a miles en aquella zona donde vivía . Cuando caía la noche y había un poco de humedad se movían en el cielo diseñando con multitud de puntos de luz las laderas y las montañas . Eran un espectáculo . No he vuelto a ver nada parecido .
Como si el peso de la mochila fuese poco me llevé además la cámara de vídeo . No tenía ninguna idea en concreto sobre qué hacer con ella . Pero así , como quien no quiere la cosa empecé a grabar a la gente . Al principio las largas conversaciones con Juana . Y luego a los maestros de la escuela y a los líderes de las cooperativas . Después siguieron estudiantes , mujeres empoderadas , mis compañeros de Malinche , asambleas , las calles de Managua … Entrevisté incluso a Daniel Ortega , hoy presidente de Nicaragua y por entonces líder de la oposición del gobierno de Violeta Chamorro . Y casi sin darme cuenta estaba grabando las imágenes de lo que sería mi primer documental “ Nicaragua con los pies descalzos ” ( se puede ver en Vimeo ). Uno de mis trabajos de los que me siento más orgulloso . Un humilde y sencillo documental que me permitió acercarme al corazón de la gente .
Y los días fueron pasando . Entre el arroz con fríjoles , la escuelita , las conversaciones con Juana y el resto de la gente , los juegos con Carla , Carlos y Lázaro a los que empezaba a considerar como mis hermanos pequeños , las asambleas de estudiantes y el proyecto educativo de Malinche que acababa de nacer y daría un vuelco total a la zona . Me sentía querido y apreciado por la gente . Yo siempre trataba de corresponder .

Página 33