Culdbura18 invierno 2022 | Page 113

Gabriel Bonifaz respondió con voz temblorosa , mientras creía confirmada su sospecha de que de un recaudador de impuestos se trataba :
― Gabriel Bonifaz , ventero pobre y pechero , tal lo fueron mi padre y el padre de mi padre , pues como podéis ver , ni casa , ni mujer , ni cosa alguna poseo .
El comensal pareció asombrarse y luego de una mayor exhibición de visajes , soltó :
―¡ Oh ! ¿ Así que pertenecéis al ilustre linaje burgalés de los Bonifaz ? ― y agregó con fervor sin esperar respuesta ―, permitidme entonces os declare justo merecedor de mi respeto y de mi fidelidad .
Gabriel Bonifaz asintió con la cabeza , pero sin comprender palabra alguna , aunque su instinto le aseguraba ya , que su vida corría grave peligro .
Dicho lo anterior , y antes de que el posadero hubiera tenido tiempo de pestañear , el hombre con la agilidad de un gato había tomado su enorme espada , y la blandía sobre las cabezas de ambos . El pesado hierro silbaba circulando cada vez más cerca de sus molleras y Gabriel Bonifaz , quien se dio por muerto , quedó paralizado .
El personaje , jadeando a causa de los rítmicos saltos con los que acompañaba sus terribles mandobles , expresó :
― Como veis nada hay mejor para una buena digestión , que ejercitar el arma y así lograr fortaleza en las coyunturas ― afirmó ―. La bellaquería no duerme y los filos de nuestras espadas prontas y templadas deben estar para castigarla . Tomad vuestra charrasca caballero , y hacedme merced de cruzar algunos lances ― y dicho esto último , se puso en guardia con bizarría .
Gabriel Bonifaz comprendió que continuaría con vida solo si lograba ahuyentar al amenazante comensal , quien acababa de destrozar con el arma parte de una mesa con su loza , dejar cojo un banco , despanzurrar un saco de harina y tumbar el poco guisado que quedaba en la olla de bronce .
Echó entonces mano del poco coraje que aún conservaba y balbuceó :
― Señor , que tronando afuera está y los caminos en derredor de la venta con la lluvia imposibles se ponen . Mejor será que sigáis vuestro camino antes que la tormenta os sorprenda y os maltrate . Y permitidme también deciros , que nada me debéis por lo comido y lo bebido , que este merendero bien pago se siente con vuestra visita .
El hombre sorprendido , puso sus ojos en blanco , reiteró algunas muecas y pareció decidido a renunciar a sus temibles cuchilladas . Lo miró fijamente el tiempo necesario para recuperar el aliento perdido y soltó luego sobre el aterrorizado rústico :
― Pues como vuestra merced lo ordena , se hará ― rugió ―. Pero deseo que sepáis que mi juramento de fidelidad a vuestra casa permanecerá inalterable y encontrareis mi brazo punitivo , pronto para socorrer vuestro llamado . A partir del día de hoy , aquel que os profese enemistad , que por muerto se dé ― y continuó antes que Bonifaz pudiera abrir la boca ―: Mas permitidme señor , os pague entonces vuestros servicios con este soneto , cuyos versos improvisaré como homenaje a vuestras calidades ― y sin hesitar irrumpió con un recitado pomposo y profusión de ademanes :

Página 113