Cuidados en juego- Nivel primaria nivel_primario_cuidados_en_juego | Page 23

• Te comparto mi música: Se propone que una vez por semana cada niño o niña pueda elegir un tema musical junto a su familia, que disfruten escuchando juntos, para escuchar y compartir con el resto de los compañeros. Se puede armar un cancionero que vaya circulando por las familias, donde puedan escribir la letra, información sobre el grupo que la canta y también acerca de los momentos en que comparten esa canción. Algunas semanas pueden escucharse temas propuestos por los educadores para sumar alternativas culturales. Pistas para quien coordina: Esta búsqueda de la historia y el linaje musical en el que nos reconocemos, afianza los aspectos ligados a la identidad, a la pertenencia a un colectivo que nos agrupa y nos excede como individuos, con el que compartimos rasgos en común y permite vivenciar aquello que llamamos sentido de pertenencia. Desde la prevención consideramos que el encuentro con la música posibilita a los niños y niñas, el entramado de lazos significativos, amplia el universo de los sentidos, el conocimiento de sí mismo, permite expresar sus emociones y establecer una conexión con las del otro, que genere un espacio común de construcción, donde no queden relegados en el individua- lismo que la época propicia, ni en la homogeneización de gustos que nos dicta. A partir de la posibilidad de dar cuenta de sus registros y vivencias, se crean las condiciones para expresar diferencias y similitudes en pos del pensamiento creativo, reflexivo, que comienza siendo sonido, murmullo, inquietud, hasta devenir alternativa a lo impuesto por la lógica de consumo. La música es ritmo y el ritmo es tiempo. La música permite sentir el tiempo, abrirnos a otras velocidades, darle lugar a la pausa y al silencio. Componer con los otros, encontrar sonidos propios, cantar, bailar, moverse, inventar, sonar y escucharnos. Entrenar la escucha, agudi- zarla, ampliarla es fundamental en la sociedad de la imagen, donde cada vez cuesta más escucharnos y decir de un modo singular. Descubrirse como creadores de sonidos, músicas y canciones, tomar la voz, tomar la palabra y jugar con ellas. Volverse compositores de sus partituras existenciales. 23