Cuentos que me contaron de la Vía Férrea Cuentos que me Contaron de la Vía Férrea | Page 26
multicolor de ordenados colores en franjas encorvadas
como nunca jamás había presenciado en su corto
existir. Reconoció en el acto al arcoíris. Recordó la
historia que nos había contado Papá la noche anterior
bajo la cúpula estrellada de la finca de Janeiro, donde
vivíamos en aquel entonces; acerca de la cascada
multicolor que nutría al arcoíris que rondaba las
sabanas surlaguences aledañas a la vía férrea. Era el
mismo arco de pinceladas curvas, que Mamá nos
había descrito, trazadas en los altos cielos por su
diosito para dar cuenta de su presencia; de esa forma
sutil se manifestaba en el mundo natural a través de la
magia de los colores y las formas geométricas en las
mañanas avanzadas y atardeceres rezagados, nos
relataba. Nos contaban también, que el arco se
mudaba de sitio a lo largo de la vía para exhibir su
hermosura en tiempos de lloviznas leves, y que
algunas muy pocas veces salían en pareja; entonces
eran “arco” y “arca”, decíamos nosotros. Otros decían
que habían visto la pareja nutriéndose de la misma
fuente y que luego ascendían separándose hasta
perderse de vista en otro sector de la sabana.
Entonces Aya recordó un poco más de aquella
versión que nos habían comentado y empezó a
buscar el arca con las monedas de oro que contenía.
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