Cuentos que me contaron de la Vía Férrea Cuentos que me Contaron de la Vía Férrea | Page 20

Mi curiosidad se incrementó y me puse a observar cómo el carpintero poco a poco perforaba el tronco de la mata de coco y cómo se perdió la primera vez en su interior. No sé cuánto tiempo dedicó a su construcción, pero me quedó la impresión de que fueron muchos días. Papá me decía que en la vida uno también debe proceder como lo hace el carpintero; todos los días a la misma hora retomaba su tarea y daba y daba golpes sin cansarse, no le importaba la dureza del tronco porque nació con un pico largo y fortalecido para superar barreras. Le preguntaba a mi papá por qué no hacía su nido en la mata de plátano que era más blandita y me respondía que a él le gustaban los retos de las cosas difíciles, que él sabía superar dificultades. Entonces me preocupé menos, estaba seguro que su pico no sufriría y que las centellas no le caerían encima; aunque en cada tormenta lo vigilaba. Me sentía tranquilo porque había escuchado que una centella no cae dos veces sobre el mismo árbol, así como nunca pudimos tomar dos veces la misma agua del río que nos circundaba. Entonces pensé: voy a ser como el carpintero. Y me seguían gustando las centellas por sus otras historias, porque me la pintaban diferentes al rayo, no 19