Cuentos policiales 6to A | Page 43

manos del general.

Ross pensó buscar por todo el patio, pero en un gran grupo en forma de línea, al llegar al paredón final del patio, en los arroyos, al lado del estudio de Valentín, se hallaba otro cadáver. Reunieron todos los cadáveres en el salón principal de la casa, al cirujano real de España, el Dr. Roberto Salguero, se le ocurrió mover las cabezas de tal forma que quedaron tres indiscutidas personas: el mundialmente renombrado Papa Giordano Bruno, Simón Fisher, el príncipe de Venecia, y Francois Steiner, hijo de una ex-familia adinerada.

Ross notó la ausencia de Valentín y de inmediato hizo que todos lo fueran a buscar sospechando que era el culpable. Un comisario lo encontró y llamó al general diciendo que estaba muerto. Ross contempló el cadáver de Valentín que tenía en su mano una carta, la tomó y miró el contenido, luego llevó la carta al salón principal para informar a todos lo que ya había leído anteriormente:

–Damas y caballeros, les informo que se ha hallado al culpable, es Valentín – el salón fue invadido por un silencio inhumano– y a continuación les leeré su carta de confesión: “He matado a tres personas y todos se preguntaran el porqué de esto. Maté al príncipe Simón Fisher ya que cuando asumiese el reino, bajarían los salarios de todas las empresas públicas para tener más dinero, lo que haría que mi familia y yo cayéramos en pobreza, al mundialmente renombrado Papa Giordano Bruno tratando de desequilibrar a la mayoría de las iglesias para dar lugar a más religiones y a Francois Steiner, que quería robar mi fortuna casándose con mi hija. Por esta razones los maté, espero no me recuerden como un mal hombre”. Esta es toda su confesión.

Entró un policía en la sala y dijo:

– No encontramos al ayudante de Valentín.

Y Ross respondió:

- Hay que buscarlo, él sabe algo que nosotros no.