EL ÚLTIMO ACTO DE VALENTÍN
Por Teo Ripodas
El detective italiano Valentín vive en una casa ideal para su gusto: está entre dos edificios muy altos, su casa es de tres pisos con un jardín trasero gigante que termina con un pequeño estudio en el fondo y un gran muro muy alto de piedra. La casa es bastante antigua, de arquitectura española, con una sola puerta de acceso.
Valentín es elegante paciente y a veces ríe cuando tiene un buen caso entre manos, le gusta la noche. Hizo una fiesta e invitó a mucha gente importante, algunos de sus invitados fueron duques, princesas y oficiales de policía. Todo marchaba de maravilla, pero de repente sonó un grito.
-¡¡Auxilio!! ¡¡Ayuda!! Que alguien me ayude.
Los oficiales, generales y policías acudieron de inmediato y vieron una mujer atónita al lado de un cadáver irreconocible, el cuerpo estaba decapitado. Nadie entendía lo que pasaba. Valentín tomó el caso diciendo:
-Cierren todas las salidas, que nadie salga ni entre.
Todas las personas importantes se sintieron indignadas amenazadas, jamás les había ocurrido algo parecido. Valentín dijo “todos los policías protejan a los invitados los oficiales y generales busquen por todo el patio”. Específicamente le pidió a un policía de su confianza que mandara un telegrama a la comisaria para que inspeccionen a cualquiera que quiera salir de Venecia.
El príncipe, futuro Rey de Venecia quería ir a investigar, Valentín no tuvo más remedio que aceptar ya que era su superior. Cuando empezaron a buscar, Valentín y el príncipe se separaron por accidente debido a una espesa niebla.
Poco después Valentín gritó.
-¡Esto es una atrocidad! ¡¡Es imperdonable, hay que atrapar al asesino!!
Todos acudieron a su encuentro, Valentín estaba con el cuerpo del distinguido del príncipe, pero con otra cabeza, todos se quedaron paralizados del espanto. El general Ross en un ataque de ira decidió destituir a Valentín de su cargo tomándolo como responsable de la muerte del príncipe, desde ese momento la investigación seguiría en