El mensajero motorizado se llevó el dinero y llamó los secuestradores, rápidamente se desplegaron patrullas de la Federal advirtiendo que parara porque si no habrían de chocar la moto en la que iba. Obedeció las órdenes y paró cerca de la vereda, del patrullero salió un hombre gordo y bigotudo que le apuntó con un arma. Ahí lo esposaron y le preguntaron con una voz fuerte y ronca:
- ¿Dónde está Carlos Klix?
- No sé, yo solo soy un empleado de mensajería especial.-respondió- Me dijeron que tenía que entregar esto en la estación Constitución.
- ¿Sabes que no sé por qué no te creo? ¿Será que me lo han dicho ya muchas veces?- le dijo el gordo
Entonces buscaron en la base de datos de la policía y del R.N.P. y no era ningún delincuente, los secuestradores volvieron a contactarse con la familia, y ahora había un cambio de planes, por lo que lo pusieron adentro de una pileta y en su pie tenía una soga atada a una piedra pesada, también le pusieron un equipo de buzo para que pudiese respirar, pero con tiempo limitado, alrededor de unos 40 minutos, por el tanque de oxígeno. Había dos, cuando se acabase el primero el dinero tendría que estar en la estación y lo llamaría el empleado. Ahí cambiaban los tanques de oxígeno, los familiares aceptaron porque no podían hacer más, sin más avisó al policía que deje que el empleado suelte el dinero en la estación de trenes y llame a los que lo torturaron a Carlos. El mensajero cumplió lo pedido y cuando soltó el dinero en un lugar seguro los llamó. Ellos cambiaron el tanque pero al contactar a la familia para indicarles que cambiaron los tanques, entraron hombres con pasamontañas, los asesinaron y se fueron. La familia lo vio todo a través del video llamado. La policía trató de buscar el lugar por la casa en donde estaban mas no lo pudieron ubicar, ya habían pasado 50 minutos y les quedaban 10.