CUENTOS HERMANOS GRIM cuentos_hermanos_grimm_edincr | Page 268

Cuentos de los Herm anos Grimm EDITORIAL DIG ITAL - IMPRENTA NAC IONAL costa rica Así el músico entró, con su sucio y roto vestido, y cantó delante del rey y de su hija, y cuando terminó pidió por algún pequeño regalo. El rey dijo: -Tu canción me ha complacido muchísimo y por lo tanto te daré a mi hija para que sea tu esposa. La hija del rey se estremeció, pero el rey dijo: -Yo hice un juramento de darte en matrimonio al primer mendigo y lo mantengo. Todo lo que ella dijo fue en vano. El obispo fue traído y ella tuvo que dejarse casar con el músico en el acto. Cuando todo terminó, el rey dijo: -Ya no es correcto para ti, esposa de músico, permanecer de ahora en adelante dentro de mi palacio. Debes de irte junto con tu marido. El mendigo la tomó de la mano, y ella se vio obligada a caminar a pie con él. Cuando ya habían caminado un largo trecho llegaron a un bosque y ella preguntó: -¿De quién será tan lindo bosque? -Pertenece al rey Pico de Tordo. Si lo hubieras aceptado, todo eso sería tuyo -respondió el músico mendigo. -¡Ay, que muchacha más infeliz soy, si sólo hubiera aceptado al rey Pico de Tordo! Más adelante llegaron a una pradera y ella preguntó de nuevo: -¿De quién serán estas hermosas y verdes praderas? -Pertenecen al rey Pico de Tordo. Si lo hubieras aceptado, todo eso sería tuyo -respondió otra vez el músico mendigo. -¡Ay, que muchacha más infeliz soy, si sólo hubiera aceptado al rey Pico de Tordo! Y luego llegaron a un gran pueblo y ella volvió a preguntar: -¿A quién pertenecerá este lindo y gran pueblo? -Pertenece al rey Pico de Tordo. Si lo hubieras aceptado, todo eso sería tuyo -respondió el músico mendigo. -¡Ay, que muchacha más infeliz soy, si sólo hubiera aceptado al rey Pico de Tordo! -Eso no me agrada -dijo el músico-, oírte siempre deseando otro marido. ¿No soy suficiente para ti? Al fin llegaron a una pequeña choza y ella exclamó: -¡Ay Dios!, que casita tan pequeña. ¿De quién será este miserable tugurio? 268