Cuentos de los Herm anos Grimm
EDITORIAL DIG ITAL - IMPRENTA NAC IONAL
costa rica
-¡Bonita prueba de gratitud sería ésta! -exclamó el mozo-; esto no puedo hacerlo.
A lo que replicó la zorra:
-Si te niegas, no tengo más remedio que dejarte; pero antes voy a darte aún otro buen consejo.
Guárdate de dos cosas: de comprar carne de horca y de sentarte al borde de un pozo -y dichas estas
palabras, se adentró en el bosque.
Pensó el muchacho: “¡Qué raro es este animal y vaya ocurrencias las suyas! ¡Quién comprará
carne de horca! Y en cuanto al capricho de sentarme al borde de un pozo, jamás me ha pasado por
la mente.”
Continuó su camino con la bella princesa y hubo de pasar por el pueblo donde se habían quedado
sus hermanos. Notó en él gran revuelo y alboroto y al preguntar la causa, contestáronle que iban a