Cuentos de los Herm anos Grimm
EDITORIAL DIG ITAL - IMPRENTA NAC IONAL
costa rica
El Lobo y las Siete Cabritas
Érase una vez una vieja cabra que tenía siete cabritas, a las que quería tan tiernamente como
una madre puede querer a sus hijos. Un día quiso salir al bosque a buscar comida y llamó a sus
pequeñuelas.
-Hijas mías -les dijo- me voy al bosque; mucho ojo con el lobo, pues si entra en la casa os devorará
a todas sin dejar ni un pelo. El muy bribón suele disfrazarse, pero lo conoceréis enseguida por su
bronca voz y sus negras patas.
Las cabritas respondieron:
-Tendremos mucho cuidado, madrecita. Podéis marcharos tranquila.
Despidióse la vieja con un balido y confiada emprendió su camino.
No había transcurrido mucho tiempo cuando llamaron a la puerta y una voz dijo:
-Abrid, hijitas. Soy vuestra madre, que estoy de vuelta y os traigo algo para cada una.
Pero las cabritas comprendieron, por lo rudo de la voz, que era el lobo.
-No te abriremos –exclamaron- no eres nuestra madre. Ella tiene una voz suave y cariñosa, y la
tuya es bronca: eres el lobo.
Fue éste a la tienda y se compró un buen trozo de yeso. Se lo comió para suavizarse la voz y volvió
a la casita. Llamando nuevamente a la puerta:
-Abrid hijitas -dijo- vuestra madre os trae algo a cada una.
Pero el lobo había puesto una negra pata en la ventana y al verla las cabritas, exclamaron:
-No, no te abriremos; nuestra madre no tiene las patas negras como tú. ¡Eres el lobo!
Corrió entonces el muy bribón a un tahonero y le dijo:
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