Cuentos de los Herm anos Grimm
EDITORIAL DIG ITAL - IMPRENTA NAC IONAL
costa rica
Los dos viajeros entraron en una posada y se echaron a dormir encima de la paja, pero el cansancio
les hizo olvidarse de tirar sus carbones. Un peso inusitado y que les incomodaba mucho les hizo
despertar más pronto de lo acostumbrado. Llevaron la mano a sus bolsillos, y no podían creer a
sus propios ojos cuando vieron que los tenían llenos, no de carbones, sino de barras de oro puro.
Su barba y sus cabellos habían crecido también de una manera maravillosa. En lo sucesivo serían
ya ricos, pero el herrero, que por su carácter avaro había llenado mucho más sus bolsillos, poseía
el doble de lo que el sastre.
Mas un hombre avaro ambiciona siempre mucho más, aun cuando posea grandes tesoros. El
herrero propuso al sastre esperar al otro día y volver por la noche al