Cuentos de los Herm anos Grimm
EDITORIAL DIG ITAL - IMPRENTA NAC IONAL
costa rica
-Mira Caperucita Roja, ayer hice algunas ricas salsas, por lo que traje con agua la cubeta en las que
las cociné y la olla que está afuera.
Y llenaron la gran olla a su máximo, agregando deliciosos condimentos. Y empezaron aquellos
deliciosos aromas a llegar a la nariz del lobo y empezó a aspirar y a caminar hacia aquel exquisito
olor. Y caminó hasta llegar a la orilla del techo y estiró tanto su cabeza que resbaló y cayó de
bruces exactamente en el centro de la olla hirviente, ahogándose y cocinándose inmediatamente. Y
Caperucita Roja retornó segura a su casa y en adelante siempre se cuidó de no caer en las trampas
de los que buscan hacer daño.
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