CUENTOS HERMANOS GRIM cuentos_hermanos_grimm_edincr | Page 120

Cuentos de los Herm anos Grimm EDITORIAL DIG ITAL - IMPRENTA NAC IONAL costa rica Poco después llegó a la ciudad, donde se hallaba el árbol estéril, el centinela esperaba también su respuesta. -Mata al ratón, que roe las raíces -le dijo-, y volverán a nacer las manzanas de oro. El centinela le dio en agradecimiento dos asnos cargados de este metal precioso. Tocó, por último en la ciudad, cuya fuente estaba seca y dijo al centinela: -En la fuente, debajo de la piedra, hay un sapo; buscadle: y matadle, y volverá a correr el vino en abundancia. El centinela le dio las gracias y dos asnos además cargados de oro. El niño nacido de pie llegó por último donde se hallaba su mujer, que se regocijó de todo corazón por su regreso y en particular al saber que todo le había salido bien. Entregó al rey los tres pelos de oro del diablo; el rey quedó muy satisfecho al ver los cuatro asnos cargados de oro y le dijo: -Ahora has cumplido ya con todas las condiciones y mi hija es tuya. Pero, querido hijo mío, dime, ¿de dónde has sacado tanto oro? Pues has traído un verdadero tesoro. -Lo he cogido -le contestó-, cerca de un río que he atravesado; es la arena que hay en aquella orilla. -¿Podría yo coger otro tanto? -le preguntó el rey que era muy avaro. -Y mucho más -le respondió-; hay un barquero, dirigíos a él para pasar el río y podréis llenar todos los sacos que llevéis. El avaro monarca se puso en seg