CUENTO DE PINOCHO PARA NIÑOS | Page 7

De camino, pasó por la plaza del pueblo y oyó:  ¡Entren, señores y señoras! ¡Vean nuestro teatro de títeres! Era un teatro de muñecos como él y se puso tan contento que bailó con ellos. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que no tenían vida y bailaban movidos por unos hilos que llevaban atados a las manos y los pies. Cuando lo vio, el dueño del teatro quiso quedarse con él:  ¡Oh, Un títere que camina por si mismo, y habla! Con él en la compañía, voy a hacerme rico, dijo el titiritero, pensando que Pinocho le haría ganar mucho dinero.