CUENTO DE PINOCHO PARA NIÑOS | Page 8

A pesar de las recomendaciones del pequeño grillo, que le decía que era mejor irse de allí, Pinocho decidió quedarse en el teatro, pensando que así podría ganar dinero para comprar un abrigo nuevo a Gepetto, que había vendido el suyo para comprarle los libros. Y así hizo, durante todo el día estuvo actuando para el titiritero. Pasados unos días, cuando quería volver a casa, el dueño del teatro de marionetas le dijo que no podía irse, que tenía que quedarse con él. Pinocho se echó a llorar tan y tan desconsolado, que el dueño le dio unas monedas y lo dejó marchar. De vuelta a casa, el grillo y Pinocho, se cruzaron con dos astutos ladrones, que le dijeron     ¡Vaya, vaya! ¿Dónde vas tan deprisa, jovencito? dijo un gato (eran muy mentiroso). Pinocho respondió voy a comprar un abrigo a mi padre con este dinero. ¡Oh, vamos! exclamó el zorro que iba con el gato. Eso es poco dinero para un buen abrigo. ¿No te gustaría tener más?. Sí, pero ¿cómo? –contestó Pinocho. Es fácil –dijo el gato.