Esta vez tu nariz volverá a ser como antes, pero te
crecerá si vuelves a mentir, dijo el Hada Azul.
Así, Pinocho se fue a la ciudad y se encontró con unos
niños que reían y saltaban muy contentos.
¿Qué es lo que pasa? preguntó.
Nos vamos de viaje a la Isla de la Diversión,
donde todos los días son fiesta y no hay colegios ni
profesores. ¿Te quieres venir?
¡Venga, vamos!
Entonces, apareció el Hada Azul.
¿No me prometiste ir al colegio? –preguntó.
Sí mintió Pinocho, ya he estado allí.
Y, de repente, empezaron a crecerle unas orejas de
burro. Pinocho se dio cuenta de que le habían crecido
por mentir y se arrepintió de verdad.