Cuadernos Médicos Sociales 2019; Vol 59 N°1 | Page 44

puesto que la evidencia científicas acumuladas no dejan lugar a dudas de su peligrosidad. Si bien existen fuentes naturales de este metaloide como pueden ser las erupciones volcánicas y aerosoles marinos (Bowell, 2014). En la zona saturada de Concón, Quintero y Puchuncaví las principales contribuciones de este contaminante al ambiente se relacionan con la actividad industrial. En parti- cular, las fundiciones de cobre y las termoeléctri- cas que utilizan carbón como combustible. En Chile, la minería y algunos procesos de combustión pueden representar una fuente im- portante de arsénico en el ambiente. En el ex- pediente del fallido plan de descontaminación para la zona de Concón, Quintero y Puchuncaví de 2016, se puede encontrar un estudio de la de- posición seca y algunos contaminantes como los BTEX (benceno, etilbenceno, tolueno y xileno) en la zona saturada. El estudio realizado por el CENMA, y encargado por el Ministerio de Medio Ambiente, confirma algunos hallazgos como el de Gidhagen (Gidhagen, 2002) los que indican que la distribución del arsénico es más amplia que la zona de impacto de las emisiones de la fundición de cobre Ventanas. Sin embargo, el plan de des- contaminación, que se encuentra en su fase final de elaboración, no considera implementar moni- toreo de material particulado sedimentable. Luego del efímero ejercicio realizado por la au- toridad de normar calidad para el arsénico, hasta el día de hoy no existe declaración o documen- to alguno del Ministerio de Medio Ambiente que indique la necesidad de establecer una norma de calidad primaria para este contaminante, a pesar de que las evidencias aconsejarían darle prioridad, considerando el resguardo a la salud de la pobla- ción. Una muestra elocuente es que entre los an- tecedentes del plan de descontaminación de 2016 se incorporó al expediente los datos de los filtros de la red de monitoreo en Quintero-Puchuncaví, los cuales indican altísimos niveles de arsénico. En algunos casos superando hasta 15 veces la norma vigente en la Unión Europea de 6 ng/m3 [directiva Europea]. Eso significa que la zona de Quintero-Puchuncaví se encuentra sobresaturada en arsénico. Al parecer eso no inquieta a la autori- dad ambiental. El año 2013 se promulga la norma de emisión de arsénico que regula solo a las fundi- ciones de cobre. Curiosamente la autoridad omite las emisiones de las termoeléctricas que utilizan carbón, en cuya composición se encuentra arséni- co, cadmio y mercurio, entre otros. La norma de emisión de arsénico para las fundiciones de cobre se estableció en base a 11 criterios. El primero de Guzmán G. ellos señala expresamente que la norma no puede poner en riesgo la viabilidad de las fundiciones. No deja de llamar la atención que no existe nin- gún estudio en el expediente que señale la inocui- dad de las emisiones autorizadas a las fundiciones para la salud de la población. En el caso de CODELCO Ventanas se le au- toriza para descargar al ambiente 48 toneladas de arsénico al año. Adicionalmente habría que señalar que la norma de emisión está referida a arsénico total, la especiación del contaminante no está considerado en el reporte de las emisiones. Precisamente los estudios disponibles al día de hoy indican que el arsénico en sus formas inorgánicas como trióxido o pentóxido son las más tóxicas (Cohen, 2013). Las señales que da la autoridad al regular solo las emisiones de arsénico de las fun- diciones de cobre, teniendo como limitante que la norma no ponga en riesgo la viabilidad de las fun- diciones es una muestra irrefutable de la ausencia de una preocupación y, consecuente con esto, me- didas de resguardo para la salud de la población. Sin duda estos criterios normativos no pueden dejar indiferente, toda vez que por el imperio de la ley son los organismos competentes del Estado los que deben establecer regulaciones ambientales que permitan poner a resguardo, en primer lugar, la salud de la población. Evidentemente al normar solo la emisión sin tener ningún objetivo de cali- dad que cumplir, lo esperable es que existiendo un permiso para emitir a las fundiciones, no existe incentivo alguno para ir más allá de esta licencia otorgada y así disminuir la carga de este contami- nante en el ambiente. Es importante señalar que la larga vida media del arsénico en el ambiente conduce indefectiblemente a la acumulación de este contaminante en el suelo, biota y acuíferos. Un ejemplo del cual Chile debiera aprender es Canadá, país que tiene un fuerte componente mi- nero en sus actividades económicas al igual que Chile pero que sin embargo pueden exhibir ten- dencias decrecientes de este contaminante en el medio ambiente (Wang, 2006). La zona saturada de Concón, Quintero y Puchuncaví necesita con urgencia disponer de información no solo del ni- vel de riesgo a que están expuestas las poblaciones aledañas al complejo industrial sino también pes- quisar la trayectoria de este contaminante en los ecosistemas terrestres y dulceacuícola, que deri- ven en un plan integral para la descontaminación de la zona. Evidentemente eso excede los alcan- ces de un plan de descontaminación. Desde hace bastante tiempo las emisiones de las fundiciones de cobre han sido objeto de estudios, 42