que alcanzaron cerca del 7% para los años 2013
y 2015.
Por otra parte, en forma consistente a lo largo
de los años, es menor la cantidad de población
migrante menor de 18 años que declara asistir al
colegio.
iii) Acceso y uso de servicios de salud:
Existen importantes diferencias entre la ads-
cripción al sistema de salud entre los dos grupos
poblacionales estudiados (Tabla 4, anexo), don-
de la proporción de niños y niñas migrantes que
reportan no tener previsión es 3 a 14 veces ma-
yor que la población chilena para todos los años
estudiados.
Por otra parte, la población migrante menor de
18 años reporta un menor uso de controles y con-
sultas médicas. Esta diferencia no es estable a lo
largo del tiempo, alcanzando –para el caso de la
población migrante internacional- su cifra menor
el año 2009 (promedio de 0,45 controles y/o con-
sultas médicas en el último mes) y la cifra mayor
el año 2011 (promedio de 0,89 controles y/o con-
sultas médicas en los últimos 3 meses)
Finalmente, un indicador de uso es el retiro
gratuito de leche para la población menor de 6
años (leche Purita), donde se evidencia también
un menor uso de este beneficio en población mi-
grante comparado con la chilena.
las familias migrantes de bajos ingresos pueden
enfrentar algunas barreras culturales, como difi-
cultades en el lenguaje, falta de experiencia fami-
liar con programas de salud o desconfianza en el
sistema de salud, particularmente aquellos casos
en situación irregular (6,16,17).
Por otra parte, respecto al uso de servicios de
salud por parte de la población migrante, se con-
cluyó que la población migrante menor de 18
años en Chile reporta una menor cantidad de con-
sultas y controles de salud que la población chi-
lena. Esta situación pudiera estar explicada des-
de varias perspectivas. Existe evidencia de que la
población migrante hace menor uso de servicios
de salud por diferentes motivos o razones que pu-
dieran operar también a lo revisado en el presente
estudio. Estas van desde la percepción de mayor
o menor severidad del problema de salud, el no
conocer o no saber cómo navegar en el sistema
de salud, tener (o preferir) usar otros sistemas in-
formales de atención de salud, o, finalmente, por
miedo a consultar en caso de situación migratoria
irregular (17).
Otro elemento que se pudo observar es la me-
nor proporción de población migrante que re-
portó problemas de salud en los últimos 3 meses.
Si bien este fenómeno pudiera verse asociado al
efecto del “migrante sano” (18), es importante se-
ñalar que la literatura es concluyente en aceptar
que existe una claro gradiente de este factor se-
gún posición socioeconómica (PSE) del migrante,
donde migrantes de baja PSE no presentarían el
efecto de “migrante sano”. Es más, población mi-
grante viviendo en baja PSE en Chile, siendo aun
considerablemente más jóvenes que la población
local, presentan tasas de morbilidad similar a la
población nacida en Chile (9,10).
Esta investigación, si bien entrega nueva evi-
dencia respecto al acceso y uso de servicios de po-
blación migrante internacional menor de 18 años
de edad, lo que representa un puntapié inicial para
avanzar en el conocimiento de las condiciones de
vida y salud de los niños y niñas, no está exenta
de limitaciones. Existe escasa disponibilidad de
datos provenientes de población migrante menor
de 18 años de edad a partir de encuestas poblacio-
nales, como la CASEN. Esta información podría
representar un importante sesgo y, además, po-
dría enmascarar situaciones de mayor vulnerabi-
lidad, proveniente particularmente de migrantes
en situación irregular. Otra de las limitaciones es
que las variables de estado de salud del niño son
generadas en base a lo respondido por un adul-
to, lo que también pudiera generar un sesgo de
DISCUSIÓN
Los resultados de la presente investigación per-
mitieron comprobar que existen diferencias sig-
nificativas el acceso y uso de servicios de salud
(acceso potencial y realizado) entre la población
infantil menor de 18 años de edad migrante inter-
nacional y la población local, situación desfavora-
ble para la población migrante.
Los hallazgos son concluyentes con la literatura
internacional disponible, donde se identifica que
las diferencias de acceso y uso de servicios. Una
reciente revisión sistemática (3), dio cuenta de la
brecha estructural en acceso y uso de servicios de
niños, niñas y adolescentes migrantes en todo el
mundo, incluyendo Chile. En la mayoría de estos
casos, estas diferencias injustas y prevenibles esta-
rían mediadas por la posición socioeconómica del
migrante (9,10,12,15) . Bajo la lógica de los deter-
minantes sociales en salud, pobreza y la salud son
dos conceptos estrechamente relacionados. Se en-
cuentra documentado que las personas que viven
en situación de pobreza perciben menor acceso a
salud y mayor prevalencia de problemas de salud.
Algunas de las razones de esta asociación es que
Chepo M., et al.
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