Cuadernos Médicos Sociales 2019; Vol 58 N°4 | Page 70

que alcanzaron cerca del 7% para los años 2013 y 2015. Por otra parte, en forma consistente a lo largo de los años, es menor la cantidad de población migrante menor de 18 años que declara asistir al colegio. iii) Acceso y uso de servicios de salud: Existen importantes diferencias entre la ads- cripción al sistema de salud entre los dos grupos poblacionales estudiados (Tabla 4, anexo), don- de la proporción de niños y niñas migrantes que reportan no tener previsión es 3 a 14 veces ma- yor que la población chilena para todos los años estudiados. Por otra parte, la población migrante menor de 18 años reporta un menor uso de controles y con- sultas médicas. Esta diferencia no es estable a lo largo del tiempo, alcanzando –para el caso de la población migrante internacional- su cifra menor el año 2009 (promedio de 0,45 controles y/o con- sultas médicas en el último mes) y la cifra mayor el año 2011 (promedio de 0,89 controles y/o con- sultas médicas en los últimos 3 meses) Finalmente, un indicador de uso es el retiro gratuito de leche para la población menor de 6 años (leche Purita), donde se evidencia también un menor uso de este beneficio en población mi- grante comparado con la chilena. las familias migrantes de bajos ingresos pueden enfrentar algunas barreras culturales, como difi- cultades en el lenguaje, falta de experiencia fami- liar con programas de salud o desconfianza en el sistema de salud, particularmente aquellos casos en situación irregular (6,16,17). Por otra parte, respecto al uso de servicios de salud por parte de la población migrante, se con- cluyó que la población migrante menor de 18 años en Chile reporta una menor cantidad de con- sultas y controles de salud que la población chi- lena. Esta situación pudiera estar explicada des- de varias perspectivas. Existe evidencia de que la población migrante hace menor uso de servicios de salud por diferentes motivos o razones que pu- dieran operar también a lo revisado en el presente estudio. Estas van desde la percepción de mayor o menor severidad del problema de salud, el no conocer o no saber cómo navegar en el sistema de salud, tener (o preferir) usar otros sistemas in- formales de atención de salud, o, finalmente, por miedo a consultar en caso de situación migratoria irregular (17). Otro elemento que se pudo observar es la me- nor proporción de población migrante que re- portó problemas de salud en los últimos 3 meses. Si bien este fenómeno pudiera verse asociado al efecto del “migrante sano” (18), es importante se- ñalar que la literatura es concluyente en aceptar que existe una claro gradiente de este factor se- gún posición socioeconómica (PSE) del migrante, donde migrantes de baja PSE no presentarían el efecto de “migrante sano”. Es más, población mi- grante viviendo en baja PSE en Chile, siendo aun considerablemente más jóvenes que la población local, presentan tasas de morbilidad similar a la población nacida en Chile (9,10). Esta investigación, si bien entrega nueva evi- dencia respecto al acceso y uso de servicios de po- blación migrante internacional menor de 18 años de edad, lo que representa un puntapié inicial para avanzar en el conocimiento de las condiciones de vida y salud de los niños y niñas, no está exenta de limitaciones. Existe escasa disponibilidad de datos provenientes de población migrante menor de 18 años de edad a partir de encuestas poblacio- nales, como la CASEN. Esta información podría representar un importante sesgo y, además, po- dría enmascarar situaciones de mayor vulnerabi- lidad, proveniente particularmente de migrantes en situación irregular. Otra de las limitaciones es que las variables de estado de salud del niño son generadas en base a lo respondido por un adul- to, lo que también pudiera generar un sesgo de DISCUSIÓN Los resultados de la presente investigación per- mitieron comprobar que existen diferencias sig- nificativas el acceso y uso de servicios de salud (acceso potencial y realizado) entre la población infantil menor de 18 años de edad migrante inter- nacional y la población local, situación desfavora- ble para la población migrante. Los hallazgos son concluyentes con la literatura internacional disponible, donde se identifica que las diferencias de acceso y uso de servicios. Una reciente revisión sistemática (3), dio cuenta de la brecha estructural en acceso y uso de servicios de niños, niñas y adolescentes migrantes en todo el mundo, incluyendo Chile. En la mayoría de estos casos, estas diferencias injustas y prevenibles esta- rían mediadas por la posición socioeconómica del migrante (9,10,12,15) . Bajo la lógica de los deter- minantes sociales en salud, pobreza y la salud son dos conceptos estrechamente relacionados. Se en- cuentra documentado que las personas que viven en situación de pobreza perciben menor acceso a salud y mayor prevalencia de problemas de salud. Algunas de las razones de esta asociación es que Chepo M., et al. 68