de salud (31). Muchos estudios se han centrado en
la figura de los y las adolescentes inmigrantes en
tanto recursos lingüísticos y culturales centrales
para la adaptación de sus familias y comunidades
a los contextos de migración, pero sus contribu-
ciones y luchas particulares permanecen invisibles
(31).
Uno de los ejes temáticos con mayor desarrollo
en la literatura de adolescentes inmigrantes y salud
es el de salud mental. Gran parte de la literatura,
sobre todo desde los ámbitos de la salud, sostiene
que el estado de migración en sí mismo puede a
menudo ser considerado como un factor de riesgo
para las condiciones mentales de los adolescentes,
en particular la migración de primera generación
(32). Se postula, por ejemplo, que los adolescentes
inmigrantes de primera generación experimentan
una mayor tasa de acoso y agresión entre compa-
ñeros en comparación con la tercera generación
y sus homólogos nativos (33). Desde otra vereda
hay autores que sostienen que no hay un consen-
so en estudios que puedan asegurar que existe una
correlación directa ente la migración y variables
en salud mental (34). Revisiones sistemáticas de
análisis de los estudios en esta materia dan cuenta
de una diversidad de indicadores de salud mental
de la población adolescente migrante: problemas
mentales, problemas emocionales y problemas de
comportamiento, así como una amplia gama de
influencias en la salud mental que van desde la
edad de la migración y la duración de la estancia,
hasta el lugar de residencia, los ingresos y las ex-
periencias de discriminación. Los hallazgos de los
estudios respaldan la necesidad de explicar la va-
riedad de influencias en la salud mental de los jó-
venes en relación con la migración, y aumentar las
iniciativas comunitarias y sociales, que impacten
más allá del nivel de intervención individual (35).
Uno de los contextos en torno a salud de ado-
lescentes migrantes que ha tenido un amplio de-
sarrollo ha sido el de población adolescente re-
fugiada y en búsqueda de asilo, principalmente
en Europa, dados los movimientos poblaciones
experimentados en las últimas décadas produc-
to de contextos bélicos. Los conflictos a nivel
mundial han desplazado a más de 16.1 millones
de refugiados, siendo aproximadamente la mitad
de ellos menores de 18 años. A pesar de la canti-
dad de población que significan, se sostiene que
existe escasa investigación sobre las necesidades
de los y las niños y adolescentes refugiados (36).
De acuerdo a diversos autores, la exposición al
trauma puede causar problemas de salud mental
que, a su vez, aumentan el riesgo de morbilidad y
Obach A., et al.
mortalidad de estos adolescentes (37). Se sostiene
que tanto los padres como los niños y adolescen-
tes expuestos a la guerra y la reubicación tienen
altas tasas de resultados negativos de salud mental
y relacional (38). Esto está llevando a que diversos
especialistas planteen la necesidad de reevaluar la
epidemiología de los trastornos psiquiátricos y los
problemas de salud mental entre los refugiados y
solicitantes de asilo y refugiados (39).
LA PROBLEMÁTICA DE
ADOLESCENTES MIGRANTES EN
AMÉRICA LATINA
La especificidad de la adolescencia en la migra-
ción desde una perspectiva de salud ha tenido un
desarrollo más lento en América Latina. Existen
varios estudios llevados a cabo en el contexto de
movilidad entre México-Estados Unidos. En este
proceso se identifican diferentes motivos entre
los y las adolescentes para migrar, entre ellos, una
búsqueda de aventura y de asunción del proceso
migratorio en tanto “rito de pasaje”, sobre todo
en el proceso de construcción de las masculinida-
des en adolescentes y jóvenes varones mexicanos
(3). Por otra parte, aparecen los y las adolescentes
y jóvenes en tanto actores clave en la producción
de “remesas culturales” para sus comunidades de
origen, constituyéndose los y las adolescentes en
vehículos para el acceso de sus familias y comuni-
dades hacia una mejor educación y estilos de vida
asociados en el imaginario a la vida del norte. En
tercer lugar, la migración de adolescentes y jóve-
nes entendida como una instancia para la genera-
ción de recursos y habilidades necesarias para la
entrada a la vida adulta. Diversos autores resaltan
la invisibilización de las mujeres jóvenes en los
estudios de migración internacional en América
Latina toda vez que el foco esta puesto, principal-
mente, en el rol de la migración en la constitución
de identidades masculinas (3).
Respecto la movilidad sur-sur de adolescentes
y jóvenes, existe escasa literatura que aborde esta
problematización particular. En un trabajo reali-
zado por Aravena y Alt (40), se sostiene que la ju-
ventud inmigrante en Chile percibe un trato hacia
los latinoamericanos que es peor al que se le da a
los extranjeros de origen extrarregional. Se apun-
ta hacia los espacios laborales y públicos como
fuentes de mayor discriminación. Se sostiene que
la relación que mantiene la población chilena con
los/as adolescentes y jóvenes inmigrantes se ve
mediada por estereotipos utilizados para identifi-
car el origen de los jóvenes inmigrantes de ambos
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