ORIGINALES:
Migración y Salud
referencia a sus estudios en Samoa para mostrar
que en dicha cultura los adolescentes se constru-
yen en base a la libertad sexual, la ausencia de res-
ponsabilidad económica, y la falta de toda presión
sobre las diferencias; mientras que en el mundo
occidental la adolescencia se vive de manera muy
diferente, caracterizada por una expresión sexual
restringida y postergada en comparación a sus pa-
res en Samoa (27). Cabe destacar que, en el mun-
do occidental, la adolescencia como categoría fue
inventada al principio de la era industrial, siendo
democratizada alrededor del 1900, cuando diver-
sas reformas en la escuela, el mercado de trabajo,
la familia, las asociaciones juveniles, entre otras,
permitieron que surgiera una nueva generación,
caracterizada por ser consciente de poder crear
una cultura propia y distintiva, diferente a la de los
adultos (28). Esto marca un hito respecto a eras
anteriores, y otorga un protagonismo a los y las
adolescentes nunca antes visto, haciéndolos acto-
res centrales en hitos históricos relevantes como
diversas reformas, revoluciones, guerras, tiempos
de paz, el rock, el amor, las drogas, la globaliza-
ción, o movimientos como la antiglobalización,
entre otros (27). A la vez, esta categoría de adoles-
cencia sitúa a los y las adolescentes como sujetos
partícipes de un colectivo juvenil, que se posicio-
na principalmente desde lo moderno urbano, en
estrecho vínculo con la producción cultural y el
consumo, y por existir en una suerte de estado de
moratoria social, es decir, dejar las labores de sub-
sistencia de lado y tener un lapso concedido para
experimentar con una gama de oportunidades, un
tiempo de ensayo y error que permite probar di-
versos roles y que facilitaría la construcción de la
identidad de los sujetos (18).
Recordemos que, como se mencionó anterior-
mente, la construcción de la adolescencia y ju-
ventud en occidente está asociada principalmen-
te a un estado de moratoria que se desarrolla en
contextos urbanos, modernos, en donde prima el
vínculo con la industria cultural (29). Para el caso
de los y las adolescentes migrantes, su condición
de juventud es invisibilizada ya que, en muchas
ocasiones, el proceso de movilidad los aleja del
estado de moratoria y los sitúa en una posición
que los vincula más con el mundo adulto, que con
los estereotipos tradicionales de adolescencia y ju-
ventud, ya sea por su entrada al mundo laboral, o
por la conformación temprana de familias que se
da en adolescentes inmigrantes (29). Esto se ve
claramente reflejado en el caso de Chile donde, de
acuerdo con datos de la encuesta Casen 2015, la
población de casados y convivientes es significati-
vamente mayor en la población inmigrante inter-
nacional de entre 15 y 29 años, en comparación
con la población nacional (30).
De este modo, se postula que las experiencias
sociales de los y las adolescentes y jóvenes mi-
grantes giran más en torno al trabajo y la familia,
que al colectivo generacional; y que la experiencia
del adolescente y joven migrante se relaciona más
con la integración social que con la disidencia. Por
tanto, la categoría de adolescencia y juventud tal
como ha sido construida en occidente pareciera
no ser aplicable a esta población (29). No obs-
tante, se postula que la juventud no es un fenó-
meno que se otorgue conceptualmente, sino más
bien se experimenta de acuerdo a una condición
particular, es decir, más que desde un colectivo
generacional, la adolescencia debe ser comprendi-
da desde una “situación singular existencial” (29).
Bajo esta mirada, los modelos impuestos hege-
mónicamente sobre la adolescencia y la juventud
no permiten la aparición de maneras de ser joven
dentro de diversos contextos sociales, temporales,
espaciales, políticos, económicos, invisibilizando
experiencias particulares de adolescencia y juven-
tud, entre ellas, la adolescencia inmigrante (3).
ADOLESCENCIA Y MIGRACIÓN: UNA
REALIDAD INVISIBILIZADA
A partir de lo expuesto hasta ahora surge la
pregunta respecto a ¿dónde se sitúan las adoles-
cencias inmigrantes? La conceptualización del
sujeto adolescente migrante ha ido mutando en
los últimos años. En la actualidad se reconoce que
la migración de la población adolescente y joven
implica dinámicas y problemáticas particulares
que han sido en su gran mayoría invisibles, tan-
to en el desarrollo académico como en las inter-
venciones específicas con sujetos migrantes (6).
Esta invisibilización se debe en parte al hecho que
los procesos de migración suelen situar al suje-
to adolescente en un lugar que no es el espacio
tradicional de la construcción juvenil occidental.
ADOLESCENTES MIGRANTES Y
SALUD DESDE LA EVIDENCIA
INTERNACIONAL
La literatura internacional en torno a la salud
de adolescentes migrantes refuerza lo hasta ahora
expuesto. Se sostiene que, si bien los adolescen-
tes inmigrantes son la población en mayor creci-
miento en Estados Unidos y Europa, existe muy
poca atención hacia esta población en términos
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Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (4): 41-49