Cuadernos Médicos Sociales 2019; Vol 58 N°4 | Page 47

ORIGINALES: Migración y Salud referencia a sus estudios en Samoa para mostrar que en dicha cultura los adolescentes se constru- yen en base a la libertad sexual, la ausencia de res- ponsabilidad económica, y la falta de toda presión sobre las diferencias; mientras que en el mundo occidental la adolescencia se vive de manera muy diferente, caracterizada por una expresión sexual restringida y postergada en comparación a sus pa- res en Samoa (27). Cabe destacar que, en el mun- do occidental, la adolescencia como categoría fue inventada al principio de la era industrial, siendo democratizada alrededor del 1900, cuando diver- sas reformas en la escuela, el mercado de trabajo, la familia, las asociaciones juveniles, entre otras, permitieron que surgiera una nueva generación, caracterizada por ser consciente de poder crear una cultura propia y distintiva, diferente a la de los adultos (28). Esto marca un hito respecto a eras anteriores, y otorga un protagonismo a los y las adolescentes nunca antes visto, haciéndolos acto- res centrales en hitos históricos relevantes como diversas reformas, revoluciones, guerras, tiempos de paz, el rock, el amor, las drogas, la globaliza- ción, o movimientos como la antiglobalización, entre otros (27). A la vez, esta categoría de adoles- cencia sitúa a los y las adolescentes como sujetos partícipes de un colectivo juvenil, que se posicio- na principalmente desde lo moderno urbano, en estrecho vínculo con la producción cultural y el consumo, y por existir en una suerte de estado de moratoria social, es decir, dejar las labores de sub- sistencia de lado y tener un lapso concedido para experimentar con una gama de oportunidades, un tiempo de ensayo y error que permite probar di- versos roles y que facilitaría la construcción de la identidad de los sujetos (18). Recordemos que, como se mencionó anterior- mente, la construcción de la adolescencia y ju- ventud en occidente está asociada principalmen- te a un estado de moratoria que se desarrolla en contextos urbanos, modernos, en donde prima el vínculo con la industria cultural (29). Para el caso de los y las adolescentes migrantes, su condición de juventud es invisibilizada ya que, en muchas ocasiones, el proceso de movilidad los aleja del estado de moratoria y los sitúa en una posición que los vincula más con el mundo adulto, que con los estereotipos tradicionales de adolescencia y ju- ventud, ya sea por su entrada al mundo laboral, o por la conformación temprana de familias que se da en adolescentes inmigrantes (29). Esto se ve claramente reflejado en el caso de Chile donde, de acuerdo con datos de la encuesta Casen 2015, la población de casados y convivientes es significati- vamente mayor en la población inmigrante inter- nacional de entre 15 y 29 años, en comparación con la población nacional (30). De este modo, se postula que las experiencias sociales de los y las adolescentes y jóvenes mi- grantes giran más en torno al trabajo y la familia, que al colectivo generacional; y que la experiencia del adolescente y joven migrante se relaciona más con la integración social que con la disidencia. Por tanto, la categoría de adolescencia y juventud tal como ha sido construida en occidente pareciera no ser aplicable a esta población (29). No obs- tante, se postula que la juventud no es un fenó- meno que se otorgue conceptualmente, sino más bien se experimenta de acuerdo a una condición particular, es decir, más que desde un colectivo generacional, la adolescencia debe ser comprendi- da desde una “situación singular existencial” (29). Bajo esta mirada, los modelos impuestos hege- mónicamente sobre la adolescencia y la juventud no permiten la aparición de maneras de ser joven dentro de diversos contextos sociales, temporales, espaciales, políticos, económicos, invisibilizando experiencias particulares de adolescencia y juven- tud, entre ellas, la adolescencia inmigrante (3). ADOLESCENCIA Y MIGRACIÓN: UNA REALIDAD INVISIBILIZADA A partir de lo expuesto hasta ahora surge la pregunta respecto a ¿dónde se sitúan las adoles- cencias inmigrantes? La conceptualización del sujeto adolescente migrante ha ido mutando en los últimos años. En la actualidad se reconoce que la migración de la población adolescente y joven implica dinámicas y problemáticas particulares que han sido en su gran mayoría invisibles, tan- to en el desarrollo académico como en las inter- venciones específicas con sujetos migrantes (6). Esta invisibilización se debe en parte al hecho que los procesos de migración suelen situar al suje- to adolescente en un lugar que no es el espacio tradicional de la construcción juvenil occidental. ADOLESCENTES MIGRANTES Y SALUD DESDE LA EVIDENCIA INTERNACIONAL La literatura internacional en torno a la salud de adolescentes migrantes refuerza lo hasta ahora expuesto. Se sostiene que, si bien los adolescen- tes inmigrantes son la población en mayor creci- miento en Estados Unidos y Europa, existe muy poca atención hacia esta población en términos 45 Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (4): 41-49