ORIGINALES:
Migración y Salud
individual y social. La capacidad para el ejercicio
de derechos, el de salud entre ellos, no representa
solo una condición individual, sino que requiere
de una configuración social a favor de la expresión
de los individuos como parte de la colectividad.
Uno de los prejuicios, expresados como preo-
cupaciones en Estados Unidos (USA) a principios
de los noventa del siglo pasado, fue que los mi-
grantes provenientes de México y Centroamérica
representaran el principal motor para la disemi-
nación de la epidemia en USA. En esta región, se
encuentra el corredor migratorio México-Estados
Unidos, el más transitado en el mundo, el cual re-
gistró un flujo de hasta 13 millones de personas en
2013. Este número incluye a migrantes documen-
tados e indocumentados, así como cruces diarios
y turismo, entre otras formas de movilidad. En
2015, de acuerdo a datos de la Oficina del Censo
de Estados Unidos, los inmigrantes centroameri-
canos que residían en Estados Unidos constituían
cerca de 3 millones de personas, que comparadas
con 1980, representó un crecimiento de casi diez
veces (15).
De acuerdo con Rodríguez-Chávez, se estimó
que, en 2014, cerca de 500 mil migrantes transi-
taron por territorio mexicano, 98% de los cuales
eran originarios de Honduras, Guatemala y El
Salvador. Esta cifra es la más alta desde la cifra his-
tórica estimada desde 2005, donde calcularon 418
mil migrantes (16). De enero a agosto de 2017,
cerca de 40 mil migrantes guatemaltecos fueron
retornados a su país (52% por autoridades mexi-
canas y 47.6% por autoridades estadounidenses),
31,705 hondureños fueron retornados a su país
(56.6% por autoridades mexicanas y 43.1% por
autoridades estadounidenses) y 18,897 salvadore-
ños fueron retornados a El Salvador (40.6% por
autoridades mexicanas y 58.6% por autoridades
estadounidenses. Con relación a los refugiados, en
2016 México recibió 8,732 solicitudes de refugio,
de las cuales 42.8% a nivel regional, 3.1% a nivel
continental y 0.41% a nivel mundial (15).
En esta dinámica migratoria, entre 2013 y 2015
hubo dos cambios importantes en el flujo migra-
torio de centroamericanos: aumento en el número
de niños, niñas y adolescentes (NNA) no acompa-
ñados, y aumento en el porcentaje de mujeres, lle-
gando a representar, en el 2015, 37% del total de
migrantes (Rodríguez Chávez, 2016). Muchas de
las mujeres viajan con hijos y son contabilizados
como “unidad familiar”. En 2016, se registraron
70,407 eventos de migración de unidades familia-
res, cifras mayores a las registradas en 2014. Esto
sugiere que el número de mujeres que viajan con
hijos posiblemente se ha incrementado en los úl-
timos años (16). Por otro lado, entre 2013 y 2017
se registraron 224,000 detenciones de NNA pro-
venientes de los países del TNCA y de México en
la frontera suroeste de Estados Unidos (17).
Las personas migrantes que ingresan de forma
irregular por la frontera sur de México tienen que
recorrer más de 3,640 kilómetros desde sus países
de origen hasta la frontera norte de México. La
frontera entre México y Guatemala, conformada
por 956 kilómetros, cuenta con ocho puntos for-
males de cruce y cerca de 50 puntos informales.
Hasta mediados de 2014, el tren de carga que salía
desde Arriaga, Chiapas y llegaba a ciudades mexi-
canas ubicadas en la frontera norte, era uno de los
medios de transporte más importantes para des-
plazarse por México (18).
En este contexto, ¿cuál es la posibilidad de ga-
rantizar la promoción y respeto de los derechos
humanos de los migrantes? Niños, mujeres y
hombres jóvenes provenientes de países y ciu-
dades que representan los escenarios de mayor
criminalidad a nivel global (19), frecuentemente
desplazados de manera forzada para integrarse
al flujo migratorio irregular por México hacia los
Estados Unidos. ¿El control en la diseminación
de enfermedades representa un elemento clave
para justificar las políticas de control de la movi-
lidad poblacional internacional? ¿El movimiento
migratorio irregular, per se, es la causa que explica
la prevalencia e incidencia de la malaria, tubercu-
losis, cólera, VIH y otras ITS, y otros problemas
de salud en la región? ¿Hay la más leve respuesta
gubernamental para incidir sobre el mejoramiento
de las condiciones de vida de estas poblaciones
en los países de origen, tránsito o destino? Esto
último, cuando menos en señal de reciprocidad
ante la importante aportación económica de los
migrantes a sus países de origen y al desarrollo
económico en los países de destino (20) ¿O se es-
pera, que nuevos brotes epidémicos disparen nue-
vamente la señal del grupo de emergencias glo-
bales de la OMS, para re-iniciar con la aplicación
medidas basadas en la seguridad nacional?
PERSPECTIVA SOBRE EL ABORDAJE
DE MIGRACIÓN Y SALUD
En la región Latinoamericana son muy escasos
los gobiernos que han entendido la movilidad y
migración internacional como parte de la diná-
mica social contemporánea, que requiere de una
respuesta integral, entre ellas las de salud. La evi-
dencia a nivel global muestra frecuentes actitudes
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Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (4): 33-39