gubernamentales y sociales adversas a la dinámica
de movilidad y migración internacional (21,22).
La salud representa apenas, uno de los elemen-
tos, quizá el menos significativos, para los propios
migrantes, que requiere ser considerado como
parte de los procesos que requieren abordados
como parte de los derechos humanos. Costa Rica,
México, El Salvador han elaborado diferentes ini-
ciativas relacionadas con el tema de los derechos
de los migrantes, sea desde la perspectiva de país
de origen como receptor de migrantes. Sin embargo,
en términos prácticos son escasos o muy restrin-
gidos los avances y aportaciones a favor de los
derechos, especialmente en salud.
Más reciente, en noviembre del 2017, el gobier-
no de Chile desarrolló una Política de Salud de
Migrantes Internacionales basada en “la expe-
riencia del trabajo sectorial e intersectorial en la
temática de salud de migrantes internacionales,
desarrollado desde el 2014 y de carácter partici-
pativo e inclusivo”. Esta política marca, un hito
en nuestras sociedades y expresa la posición del
gobierno y de la sociedad chilena, no exento de
conflictos, ante el movimiento migratorio hacia
Chile. Sus objetivos específicos buscan estable-
cer, los lineamientos para:
“1. Promover la participación de las personas
migrantes internacionales en el desarrollo, segui-
miento y evaluación de las políticas y programas
sanitarios que los involucren. 2. Garantizar el ac-
ceso equitativo a la promoción, la prevención y
la atención de salud a las personas migrantes in-
ternacionales. 3. Caracterizar la situación de salud
y sus tendencias, incluyendo el acceso a la aten-
ción de salud de personas migrantes internacio-
nales. 4. Favorecer el enfoque intersectorial en la
promoción de la salud de las personas migrantes
internacionales desde el concepto de “Salud en
Todas las Políticas”, con la finalidad de buscar
soluciones conjuntas que respondan a la com-
plejidad de la migración. 5. Desarrollar acciones
que busquen reducir desigualdades en salud que
afectan a las personas migrantes internacionales.
6. Promover acciones específicas para reducir la
discriminación, xenofobia y estigmatización de las
personas migrantes internacionales. 7. Desarrollar
estrategias de salud pertinentes que respondan a
las necesidades de salud y particularidades cultu-
rales, lingüísticas, de género y ciclo de vida de las
personas migrantes internacionales. 8. Promover
estrategias de salud que permitan el diálogo inter-
cultural entre comunidades diversas con la finali-
dad de favorecer la cohesión social.” (23)
Este enfoque, representa una perspectiva que
Leyva R.
puede marcar el rumbo en el abordaje de la re-
lación entre migración y salud, en los países de
América Latina y a nivel global. Sus referentes
conceptuales posicionan la perspectiva de los
determinantes sociales de salud e incluyen el de-
recho de las personas como eje para articular la
salud en todas las políticas. Sin duda alguna, los
retos de implementación ante la diversidad y di-
ferencia sociocultural y económica, constituye un
asunto significativo a considerar. No obstante, en
2015, de acuerdo con análisis sobre aseguramien-
to en salud, 62% de los migrantes en Chile se en-
contraba cubierto por el sector público a través
del Fondo Nacional de Salud –FONASA (24), de
manera igualitaria que la población chilena cubier-
ta por este seguro.
Son diferentes los mitos y prejuicios en torno a
los migrantes como poblaciones de riesgo, enfer-
mos, sobre-utilizadores de los servicios públicos,
entre otros. Al respecto, es importante conside-
rar la evidencia generada en Chile (24) y México
(25) donde se demuestra lo contrario. Sobre estos
asuntos, son escasos los estudios disponibles que
podrían contribuir al fortalecimiento y consolida-
ción de la política de salud para migrantes como la
iniciada en Chile. Sin duda, dado que la migración
internacional corresponde a un asunto cambiante
y al mismo tiempo constante en nuestras socieda-
des, requiere de aportaciones que contribuyan a la
mejor comprensión y respuesta al mismo. Quedan
fuera de este análisis la grave situación que vive la
sociedad venezolana, haitiana, colombiana, hon-
dureña, guatemalteca, nicaragüense, entre otras de
Latinoamérica, que deben ser incluidas para par-
te de una estrategia de análisis y respuesta social
regional.
REFERENCIAS
1. Rosen G. De la policía médica a la medicina
social. Siglo XXI Editores. México, 1986
2. Sigerist H. Hitos en la historia de la salud pú-
blica. Siglo XXI Editores. México, 1981
3. Cipolla CM. ¿Quién rompió las rejas de
Monte Lupo? Muchnik Editores. Barcelona. 1984
4. OMS. Reglamento sanitario internacional
(2005): 2ª edición. Organización Mundial de la
Salud. Ginebra, Suiza, 2008
5. OMS. Red Mundial de Alerta y Respuesta
ante Brotes Epidémicos (GOARN).
http://www.who.int/ihr/alert_and_response/
outbreak-network/es/
6. OMS. ¿Qué es el virus gripal A (H1N1) 2009
pandémico? OMS, 2010. http://www.who.int/csr/
38