Cuadernos Médicos Sociales 2019; Vol 58 N°4 | Page 40

gubernamentales y sociales adversas a la dinámica de movilidad y migración internacional (21,22). La salud representa apenas, uno de los elemen- tos, quizá el menos significativos, para los propios migrantes, que requiere ser considerado como parte de los procesos que requieren abordados como parte de los derechos humanos. Costa Rica, México, El Salvador han elaborado diferentes ini- ciativas relacionadas con el tema de los derechos de los migrantes, sea desde la perspectiva de país de origen como receptor de migrantes. Sin embargo, en términos prácticos son escasos o muy restrin- gidos los avances y aportaciones a favor de los derechos, especialmente en salud. Más reciente, en noviembre del 2017, el gobier- no de Chile desarrolló una Política de Salud de Migrantes Internacionales basada en “la expe- riencia del trabajo sectorial e intersectorial en la temática de salud de migrantes internacionales, desarrollado desde el 2014 y de carácter partici- pativo e inclusivo”. Esta política marca, un hito en nuestras sociedades y expresa la posición del gobierno y de la sociedad chilena, no exento de conflictos, ante el movimiento migratorio hacia Chile. Sus objetivos específicos buscan estable- cer, los lineamientos para: “1. Promover la participación de las personas migrantes internacionales en el desarrollo, segui- miento y evaluación de las políticas y programas sanitarios que los involucren. 2. Garantizar el ac- ceso equitativo a la promoción, la prevención y la atención de salud a las personas migrantes in- ternacionales. 3. Caracterizar la situación de salud y sus tendencias, incluyendo el acceso a la aten- ción de salud de personas migrantes internacio- nales. 4. Favorecer el enfoque intersectorial en la promoción de la salud de las personas migrantes internacionales desde el concepto de “Salud en Todas las Políticas”, con la finalidad de buscar soluciones conjuntas que respondan a la com- plejidad de la migración. 5. Desarrollar acciones que busquen reducir desigualdades en salud que afectan a las personas migrantes internacionales. 6. Promover acciones específicas para reducir la discriminación, xenofobia y estigmatización de las personas migrantes internacionales. 7. Desarrollar estrategias de salud pertinentes que respondan a las necesidades de salud y particularidades cultu- rales, lingüísticas, de género y ciclo de vida de las personas migrantes internacionales. 8. Promover estrategias de salud que permitan el diálogo inter- cultural entre comunidades diversas con la finali- dad de favorecer la cohesión social.” (23) Este enfoque, representa una perspectiva que Leyva R. puede marcar el rumbo en el abordaje de la re- lación entre migración y salud, en los países de América Latina y a nivel global. Sus referentes conceptuales posicionan la perspectiva de los determinantes sociales de salud e incluyen el de- recho de las personas como eje para articular la salud en todas las políticas. Sin duda alguna, los retos de implementación ante la diversidad y di- ferencia sociocultural y económica, constituye un asunto significativo a considerar. No obstante, en 2015, de acuerdo con análisis sobre aseguramien- to en salud, 62% de los migrantes en Chile se en- contraba cubierto por el sector público a través del Fondo Nacional de Salud –FONASA (24), de manera igualitaria que la población chilena cubier- ta por este seguro. Son diferentes los mitos y prejuicios en torno a los migrantes como poblaciones de riesgo, enfer- mos, sobre-utilizadores de los servicios públicos, entre otros. Al respecto, es importante conside- rar la evidencia generada en Chile (24) y México (25) donde se demuestra lo contrario. Sobre estos asuntos, son escasos los estudios disponibles que podrían contribuir al fortalecimiento y consolida- ción de la política de salud para migrantes como la iniciada en Chile. Sin duda, dado que la migración internacional corresponde a un asunto cambiante y al mismo tiempo constante en nuestras socieda- des, requiere de aportaciones que contribuyan a la mejor comprensión y respuesta al mismo. Quedan fuera de este análisis la grave situación que vive la sociedad venezolana, haitiana, colombiana, hon- dureña, guatemalteca, nicaragüense, entre otras de Latinoamérica, que deben ser incluidas para par- te de una estrategia de análisis y respuesta social regional. REFERENCIAS 1. Rosen G. De la policía médica a la medicina social. Siglo XXI Editores. México, 1986 2. Sigerist H. Hitos en la historia de la salud pú- blica. Siglo XXI Editores. México, 1981 3. Cipolla CM. ¿Quién rompió las rejas de Monte Lupo? Muchnik Editores. Barcelona. 1984 4. OMS. Reglamento sanitario internacional (2005): 2ª edición. Organización Mundial de la Salud. Ginebra, Suiza, 2008 5. OMS. Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos (GOARN). http://www.who.int/ihr/alert_and_response/ outbreak-network/es/ 6. OMS. ¿Qué es el virus gripal A (H1N1) 2009 pandémico? OMS, 2010. http://www.who.int/csr/ 38