Cuadernos Médicos Sociales 2019; Vol 58 N°4 | Page 26

“Comemos, bebemos y respiramos cultura. Sin darnos cuenta, absorbemos la cultura, así como la cultura se vuelve una parte integral de nosotros. Somos aculturados y parte de la cultura” (23). Las diferencias culturales involucran el trasfondo per- sonal y profesional del clínico, el contexto social de la práctica clínica más allá que sólo el origen del paciente. Por esto es que la atención a las pro- pias asunciones abre la puerta a un diálogo real con los pacientes y colegas de diversos orígenes Asimismo, las dificultades que surgen del en- cuentro con pacientes migrantes internacionales, específicamente en el período perigestacional, en donde los equipos de salud se ven interpelados por los saberes diversos, se alarman ante prácticas que consideran incorrectas respecto de los cuida- dos de salud, el parto, la lactancia, la crianza. Según señalan Moro y Baubet, expertos en parentalidad en contexto transcultural, es este un momento para confluir, ya que los elementos culturales tie- nen una función preventiva y protectora, permite anticiparse a cómo transformarse en padres, darle sentido al cotidiano de la relación con su hijo y prevenir el estrés psíquico que puede generar este ajuste (24). Es en esta instancia en donde se puede aprender del otro, acompañar a los nuevos padres de una manera no traumática, familiarizarse con otras técnicas y otros saberes y prevenir el aislamiento de esta nueva familia, que a la vez está bajo pre- sión generando cambios para ajustarse y asentarse en el nuevo país. La migración puede conducir a la pérdida del soporte social, representado por familiares y pa- res con quien los padres se identifican, factor ne- cesario en la crianza (24). Los equipos de salud pueden intervenir acompañando, apoyando, pre- viniendo e informando. En el caso específico de la enfermedad mental se debe considerar, además las particularidades de la población de distintos orígenes y tener en cuenta que en las sociedades en donde está más presente el estigma hacia la enfermedad mental, la presentación somática de síntomas psiquiátricos es más frecuente (25). El reportar síntomas somá- ticos no refleja una incapacidad o reticencia del paciente a dar cuenta del distrés emocional, sino que los pacientes consideran que las molestias so- máticas son una razón de mayor peso para buscar atención clínica, proceso al que se ha denominado “opción somática” (22). Para organizar servicios de salud que den una respuesta a sociedades multiculturales es necesa- rio plantearse tres preguntas claves: Sequeida V. ¿Cómo está cumpliendo el sistema de salud en la entrega de atención de calidad para mejorar la salud de toda la población? ¿Esta atención está siendo la misma para todos? ¿Existen grupos o subgrupos que quedan siste- máticamente en desventaja? (26) BUENAS PRÁCTICAS Y RECOMENDACIONES De acuerdo a los planteamientos anteriores re- sulta perentorio realizar recomendaciones en rela- ción a buenas prácticas a desarrollar en la atención hospitalaria de pacientes migrantes internaciona- les. La primera de ellas es el entrenamiento de los trabajadores de la salud en competencia cultural, para adquirir la capacidad de proveer cuidados apropiados a pacientes de diversos orígenes su- perando así las diferencias socioculturales y otros problemas sistémicos y reducir la disparidad en la atención. (27) Los trabajadores de la salud deben ser capacita- dos además en la normativa vigente en relación a la atención de salud para personas migrantes in- ternacionales, de manera tal de que se garantice su acceso, inclusión y participación activa en los cuidados de su propia salud. Se requiere también asegurar la comunicación, la comprensión de los deberes y derechos por parte de cada usuario. Es de esta necesidad que se vuelve relevante la capacitación de los intérpretes que trabajan en el ámbito hospitalario, el estable- cimiento de sus roles al intervenir con el equipo clínico y la delimitación de sus tareas de manera tal que no se vean expuestos a requerimientos que exceden a sus funciones y prestar atención al ries- go laboral y al estrés psíquico al que están enfren- tados en el ejercicio de la profesión en el ámbito hospitalario. Los equipos clínicos no deben asumir a priori que son entendidos por los pacientes, es necesario considerar que en ocasiones los pacientes pueden asegurar que han comprendido la información y necesitar de igual forma que esta sea entregada en su lengua materna. Existen claves, señales, analo- gías utilizadas en la comunicación que pueden no ser comprendidas si no se pertenece a la misma cultura. Es deseable contar con información clíni- ca y de los trámites por escrito en lengua materna para los pacientes no hispanoparlantes. La inclusión dentro de la entrevista clínica de datos que orienten hacia el proceso migratorio y la exploración de factores determinantes en la salud, específicamente en salud mental pueden resultar 24