“Comemos, bebemos y respiramos cultura. Sin
darnos cuenta, absorbemos la cultura, así como la
cultura se vuelve una parte integral de nosotros.
Somos aculturados y parte de la cultura” (23). Las
diferencias culturales involucran el trasfondo per-
sonal y profesional del clínico, el contexto social
de la práctica clínica más allá que sólo el origen
del paciente. Por esto es que la atención a las pro-
pias asunciones abre la puerta a un diálogo real
con los pacientes y colegas de diversos orígenes
Asimismo, las dificultades que surgen del en-
cuentro con pacientes migrantes internacionales,
específicamente en el período perigestacional, en
donde los equipos de salud se ven interpelados
por los saberes diversos, se alarman ante prácticas
que consideran incorrectas respecto de los cuida-
dos de salud, el parto, la lactancia, la crianza. Según
señalan Moro y Baubet, expertos en parentalidad
en contexto transcultural, es este un momento
para confluir, ya que los elementos culturales tie-
nen una función preventiva y protectora, permite
anticiparse a cómo transformarse en padres, darle
sentido al cotidiano de la relación con su hijo y
prevenir el estrés psíquico que puede generar este
ajuste (24).
Es en esta instancia en donde se puede aprender
del otro, acompañar a los nuevos padres de una
manera no traumática, familiarizarse con otras
técnicas y otros saberes y prevenir el aislamiento
de esta nueva familia, que a la vez está bajo pre-
sión generando cambios para ajustarse y asentarse
en el nuevo país.
La migración puede conducir a la pérdida del
soporte social, representado por familiares y pa-
res con quien los padres se identifican, factor ne-
cesario en la crianza (24). Los equipos de salud
pueden intervenir acompañando, apoyando, pre-
viniendo e informando.
En el caso específico de la enfermedad mental
se debe considerar, además las particularidades
de la población de distintos orígenes y tener en
cuenta que en las sociedades en donde está más
presente el estigma hacia la enfermedad mental, la
presentación somática de síntomas psiquiátricos
es más frecuente (25). El reportar síntomas somá-
ticos no refleja una incapacidad o reticencia del
paciente a dar cuenta del distrés emocional, sino
que los pacientes consideran que las molestias so-
máticas son una razón de mayor peso para buscar
atención clínica, proceso al que se ha denominado
“opción somática” (22).
Para organizar servicios de salud que den una
respuesta a sociedades multiculturales es necesa-
rio plantearse tres preguntas claves:
Sequeida V.
¿Cómo está cumpliendo el sistema de salud en
la entrega de atención de calidad para mejorar la
salud de toda la población?
¿Esta atención está siendo la misma para todos?
¿Existen grupos o subgrupos que quedan siste-
máticamente en desventaja? (26)
BUENAS PRÁCTICAS Y
RECOMENDACIONES
De acuerdo a los planteamientos anteriores re-
sulta perentorio realizar recomendaciones en rela-
ción a buenas prácticas a desarrollar en la atención
hospitalaria de pacientes migrantes internaciona-
les. La primera de ellas es el entrenamiento de los
trabajadores de la salud en competencia cultural,
para adquirir la capacidad de proveer cuidados
apropiados a pacientes de diversos orígenes su-
perando así las diferencias socioculturales y otros
problemas sistémicos y reducir la disparidad en la
atención. (27)
Los trabajadores de la salud deben ser capacita-
dos además en la normativa vigente en relación a
la atención de salud para personas migrantes in-
ternacionales, de manera tal de que se garantice
su acceso, inclusión y participación activa en los
cuidados de su propia salud.
Se requiere también asegurar la comunicación,
la comprensión de los deberes y derechos por
parte de cada usuario. Es de esta necesidad que se
vuelve relevante la capacitación de los intérpretes
que trabajan en el ámbito hospitalario, el estable-
cimiento de sus roles al intervenir con el equipo
clínico y la delimitación de sus tareas de manera
tal que no se vean expuestos a requerimientos que
exceden a sus funciones y prestar atención al ries-
go laboral y al estrés psíquico al que están enfren-
tados en el ejercicio de la profesión en el ámbito
hospitalario.
Los equipos clínicos no deben asumir a priori
que son entendidos por los pacientes, es necesario
considerar que en ocasiones los pacientes pueden
asegurar que han comprendido la información y
necesitar de igual forma que esta sea entregada en
su lengua materna. Existen claves, señales, analo-
gías utilizadas en la comunicación que pueden no
ser comprendidas si no se pertenece a la misma
cultura. Es deseable contar con información clíni-
ca y de los trámites por escrito en lengua materna
para los pacientes no hispanoparlantes.
La inclusión dentro de la entrevista clínica de
datos que orienten hacia el proceso migratorio y la
exploración de factores determinantes en la salud,
específicamente en salud mental pueden resultar
24