Cuadernos Médicos Sociales 2019; Vol 58 N°4 | Page 166

que no practicaban deporte o actividad física antes de venir a Chile, y también mantienen acá este há- bito. En general se trata de mujeres (73,9%), cuyos principales impedimentos son la falta de tiempo por el trabajo (54,3%) o las tareas domésticas (4,9%), así como la “flojera o aburrimiento” (13,6%). Entre quienes sí modificaron sus hábitos, el gru- po mayoritario está formado por personas que en sus países de origen eran activas, y al migrar a Chile se transformaron en inactivas. En este grupo se en- cuentran migrantes de ambos sexos, en su mayoría hombres (55,1%), cuyos hábitos se ven interrum- pidos al llegar a Chile por diversas razones, siendo muy frecuente la falta de tiempo asociada a las con- diciones laborales (61%) 10 . Dentro de este grupo, a un 95,8% le interesaría retomar la práctica regular de actividad física o deporte. Por último, existe un grupo mucho más pequeño, integrado por personas anteriormente inactivas, que al llegar a Chile comienzan a realizar alguna activi- dad física. Se trata sobre todo de mujeres (66,7%), que optan por caminar o andar en bicicleta, especial- mente como estrategia para transportarse (25,5%). Esto representa una diferencia importante con la situación en sus países de origen, en los que menos de un 14% del total de encuestados se movilizaba de manera preferente a pie o en bicicleta. De acuerdo con los resultados de las entrevistas, estos cambios en los hábitos de actividad física y de- porte que experimentan los migrantes dicen relación con cuatro factores que inciden negativamente tanto para chilenos como para migrantes. En primer lugar, las extensas jornadas laborales que deben cumplir y los bajos ingresos que reciben los trabajadores en Chile, en especial quienes desempeñan trabajos in- formales y/o precarios, como es el caso de muchos migrantes. En segundo lugar, las largas distancias y tiempos de desplazamiento en las grandes ciuda- des, que dejan poco tiempo disponible para realizar otras actividades. Tercero, la falta de espacios públi- cos adecuados para practicar deporte en las grandes ciudades, más aún si se considera que algunos mi- grantes provienen de países donde buena parte de la infraestructura deportiva disponible es pública y gratuita. Finalmente, la falta de áreas verdes, delin- cuencia y sensación de inseguridad en barrios vul- nerables, donde se asientan regularmente algunas comunidades de migrantes. Asimismo, la información obtenida por nuestra investigación muestra que existen dos obstáculos que afectan específicamente a los migrantes. Por una parte, el tiempo que deben destinar a buscar trabajo, a conseguir vivienda y a la realización de trámites para regularizar su situación migratoria a la llegada a Chile, y tener acceso a salud, educación y otros ser- vicios básicos. Este resultado es consistente con los resultados obtenidos por Stodolska, quien estudia la fuerza de los impactos relacionados con diferen- cias culturales, dificultades de idioma y financieras y falta de tiempo en la inhabilidad de los inmigran- tes de participar en actividades deportivas (14). Por otra parte, las bajas temperaturas durante varios meses en gran parte del territorio chileno, consi- derando que la gran mayoría de migrantes provie- nen de países con climas que facilitan la práctica deportiva y de actividad física en el exterior. Esto ha sido demostrado por Wieland y sus colegas en sus estudios en Canadá sobre la adaptación de los migrantes a zonas con climas diferentes. En estos casos, el frio influye negativamente en las intencio- nes de participar en actividades deportivas de parte de migrantes de zonas más temperadas (15). Como contrapartida, se señala que es habitual que los migrantes accedan a trabajos que implican la realización constante de actividad física (repar- tidores, comercio ambulante, cargadores, barren- deros y otras tareas similares), lo cual no impacta necesariamente en el bienestar ni en la integración de los migrantes, pero al menos contribuiría a que se mantengan como personas activas físicamente. Ahora bien, nuestras encuestas revelan que es- tos impactos no se repiten de la misma forma en todo el país (figura 7). Más de la mitad de los mi- grantes que viven en regiones distintas a la Región Metropolitana practica alguna actividad física con regularidad, en especial en la macrozona Norte. Por el contrario, en la Región Metropolitana el nivel de práctica se tiende a igualar con el de la población chilena. Figura 7: Practica deporte o actividad física según Macrozona 100% 75% 50% 58,3% 51,5% 41,7% 39,1% 39,3% 36% 25% 0% Norte R. Metropolitana Migrantes Otras regiones Chile N = 1467 migrantes reportados en encuesta hogares Fuente: elaboración propia 10  Otras razones mencionadas con frecuencia son “no tener con quién practicar” (7,2%), falta de actividades (5,5%) o recintos deportivos (3,0%), “flojera o aburrimiento” (5,1%) y por último el embarazo o cuidado de los hijos (4,7%). Feller C., et al.