que no practicaban deporte o actividad física antes
de venir a Chile, y también mantienen acá este há-
bito. En general se trata de mujeres (73,9%), cuyos
principales impedimentos son la falta de tiempo por
el trabajo (54,3%) o las tareas domésticas (4,9%), así
como la “flojera o aburrimiento” (13,6%).
Entre quienes sí modificaron sus hábitos, el gru-
po mayoritario está formado por personas que en
sus países de origen eran activas, y al migrar a Chile
se transformaron en inactivas. En este grupo se en-
cuentran migrantes de ambos sexos, en su mayoría
hombres (55,1%), cuyos hábitos se ven interrum-
pidos al llegar a Chile por diversas razones, siendo
muy frecuente la falta de tiempo asociada a las con-
diciones laborales (61%) 10 . Dentro de este grupo, a
un 95,8% le interesaría retomar la práctica regular de
actividad física o deporte.
Por último, existe un grupo mucho más pequeño,
integrado por personas anteriormente inactivas, que
al llegar a Chile comienzan a realizar alguna activi-
dad física. Se trata sobre todo de mujeres (66,7%),
que optan por caminar o andar en bicicleta, especial-
mente como estrategia para transportarse (25,5%).
Esto representa una diferencia importante con la
situación en sus países de origen, en los que menos
de un 14% del total de encuestados se movilizaba de
manera preferente a pie o en bicicleta.
De acuerdo con los resultados de las entrevistas,
estos cambios en los hábitos de actividad física y de-
porte que experimentan los migrantes dicen relación
con cuatro factores que inciden negativamente tanto
para chilenos como para migrantes. En primer lugar,
las extensas jornadas laborales que deben cumplir y
los bajos ingresos que reciben los trabajadores en
Chile, en especial quienes desempeñan trabajos in-
formales y/o precarios, como es el caso de muchos
migrantes. En segundo lugar, las largas distancias
y tiempos de desplazamiento en las grandes ciuda-
des, que dejan poco tiempo disponible para realizar
otras actividades. Tercero, la falta de espacios públi-
cos adecuados para practicar deporte en las grandes
ciudades, más aún si se considera que algunos mi-
grantes provienen de países donde buena parte de
la infraestructura deportiva disponible es pública y
gratuita. Finalmente, la falta de áreas verdes, delin-
cuencia y sensación de inseguridad en barrios vul-
nerables, donde se asientan regularmente algunas
comunidades de migrantes.
Asimismo, la información obtenida por nuestra
investigación muestra que existen dos obstáculos
que afectan específicamente a los migrantes. Por una
parte, el tiempo que deben destinar a buscar trabajo,
a conseguir vivienda y a la realización de trámites
para regularizar su situación migratoria a la llegada a
Chile, y tener acceso a salud, educación y otros ser-
vicios básicos. Este resultado es consistente con los
resultados obtenidos por Stodolska, quien estudia
la fuerza de los impactos relacionados con diferen-
cias culturales, dificultades de idioma y financieras
y falta de tiempo en la inhabilidad de los inmigran-
tes de participar en actividades deportivas (14). Por
otra parte, las bajas temperaturas durante varios
meses en gran parte del territorio chileno, consi-
derando que la gran mayoría de migrantes provie-
nen de países con climas que facilitan la práctica
deportiva y de actividad física en el exterior. Esto
ha sido demostrado por Wieland y sus colegas en
sus estudios en Canadá sobre la adaptación de los
migrantes a zonas con climas diferentes. En estos
casos, el frio influye negativamente en las intencio-
nes de participar en actividades deportivas de parte
de migrantes de zonas más temperadas (15).
Como contrapartida, se señala que es habitual
que los migrantes accedan a trabajos que implican
la realización constante de actividad física (repar-
tidores, comercio ambulante, cargadores, barren-
deros y otras tareas similares), lo cual no impacta
necesariamente en el bienestar ni en la integración
de los migrantes, pero al menos contribuiría a que
se mantengan como personas activas físicamente.
Ahora bien, nuestras encuestas revelan que es-
tos impactos no se repiten de la misma forma en
todo el país (figura 7). Más de la mitad de los mi-
grantes que viven en regiones distintas a la Región
Metropolitana practica alguna actividad física con
regularidad, en especial en la macrozona Norte.
Por el contrario, en la Región Metropolitana el
nivel de práctica se tiende a igualar con el de la
población chilena.
Figura 7: Practica deporte o actividad física
según Macrozona
100%
75%
50%
58,3%
51,5%
41,7%
39,1%
39,3%
36%
25%
0%
Norte
R. Metropolitana
Migrantes
Otras regiones
Chile
N = 1467 migrantes reportados en encuesta hogares
Fuente: elaboración propia
10 Otras razones mencionadas con frecuencia son “no tener con quién practicar” (7,2%), falta de actividades (5,5%) o recintos
deportivos (3,0%), “flojera o aburrimiento” (5,1%) y por último el embarazo o cuidado de los hijos (4,7%).
Feller C., et al.