o menos. En promedio, las mujeres migrantes lle-
vaban 4,7 años en Chile, uno más que los hombres
(3,7 años).
El 98,7% de los encuestados nació en alguno de
los siete países de Sudamérica y el Caribe que han
protagonizado los principales flujos migratorios
hacia Chile en los últimos 20 años: Perú, Haití,
Colombia, Bolivia, Ecuador, República Dominicana
y Venezuela. Considerando el país de origen, los años
de trayectoria y la distribución territorial de los mi-
grantes, podemos distinguir, a la fecha de aplicación
de la encuesta, tres etapas de la nueva migración,
asociadas a diferentes perfiles sociodemográficos.
La primera etapa se caracteriza por incluir migrantes
que llevan en promedio casi 8 años o más en Chile y
residen principalmente en la Región Metropolitana.
En su mayoría corresponde a personas provenientes
de Perú, que es la colonia mayoritaria en el país y la
que tiene el promedio de edad más alto (34 años).
La segunda etapa se caracteriza por una mayor di-
versificación de orígenes, concentrando migran-
tes de Ecuador, Bolivia, República Dominicana y
Colombia, quienes en promedio llevaban de 3 a 5
años viviendo en Chile, y residen sobre todo en el
Norte Grande y la Región Metropolitana. La co-
munidad boliviana destaca por su alta presencia de
mujeres (67,6%). La última etapa migratoria, a la
fecha de la encuesta, estaba compuesta por migran-
tes nacidos en Haití, quienes llevaban alrededor de
dos años en el país, y migrantes de Venezuela, que
han llegado a partir de 2015. Estos grupos se han
asentado prioritariamente desde Coquimbo hacia el
sur, tanto en la Región Metropolitana como en otras
regiones del centro sur del país; y están compues-
tos mayoritariamente por hombres. La comunidad
venezolana, en particular, es la de menor promedio
de edad (26,7 años). Las etapas descritas a partir de
la encuesta coinciden con los flujos migratorios ob-
servados en los censos y las encuestas de hogares a
nivel nacional (13).
Más del 80% de los migrantes reportados residía
en hogares de nivel socioeconómico (NSE) medio
(42,8%) o medio-bajo (38,8%). Del resto, sólo un
6% vivía en hogares de NSE medio-alto, mientras
que poco más del 10% habitaba en hogares de NSE
bajo, que en su mayoría corresponden a piezas en
sectores residenciales de mayor NSE, en condicio-
nes de subarriendo y hacinamiento 8 .
Por su parte, de los 823 migrantes encuestados
directamente, el 80% poseía escolaridad completa,
y un 24,5% estudios superiores completos. Como
referencia, de acuerdo a la encuesta CASEN 2015,
un 56,9% de los chilenos de 25 años o más finalizó
la enseñanza media, y un 19,8% posee educación su-
perior completa. Ello da cuenta de que el nivel edu-
cacional promedio entre los migrantes es superior a
la media de la población chilena.
En cuanto a su situación ocupacional, un 12,6%
de los migrantes encuestados se encontraba cesante,
y casi un tercio de quienes trabajaban lo hacían por
cuenta propia, no en un empleo formal. Entre los
chilenos, en tanto, la desocupación se estima actual-
mente en un 7,3%, (de acuerdo a cifras del INE para
el trimestre móvil mayo a julio de 2018); y el por-
centaje de trabajadores no asalariados llega sólo al
22,4% (según la encuesta CASEN 2015). Vale decir,
entre los migrantes se daría una mayor precariedad
laboral, con mayores tasas de desempleo y empleo
informal.
RESULTADOS
Niveles de práctica de actividad física y
deporte
De las 1467 personas migrantes que vivían en los
hogares encuestados, un 43,8% practicaba actividad
física de manera regular, esto es, con una frecuen-
cia mínima de una vez por semana. Esta cifra des-
ciende a 43,5% si se consideran sólo los mayores de
18 años. Este porcentaje es significativamente más
alto que el promedio ponderado de los adultos en
Chile, que alcanza a 39,1%. Vale decir, los migrantes
en Chile practican proporcionalmente más actividad
física y/o deporte que los chilenos de igual género
y edad.
Al igual que entre la población chilena, en este as-
pecto existen diferencias importantes entre hombres
y mujeres migrantes. Más de la mitad de los hombres
practica actividad física regular, mientras que menos
de un tercio de las mujeres lo hacen. En ambos ca-
sos, estos porcentajes son superiores a los chilenos
o chilenas de los mismos rangos de edad (figura 1).
Figura 1: Practica deporte o actividad física
según Género
Migrantes
100%
Chile
75%
54,7%
50%
25%
0%
25,7%
Femenino
Masculino
N migrantes = 1467 personas reportadas en encuesta hogares
Fuente: elaboración propia
8 No se encuestaron hogares migrantes de nivel alto (ABC1), ya que no existen en los sectores encuestados.
Feller C., et al.
50,2%
30,1%