Cuadernos Médicos Sociales 2019; Vol 58 N°4 | Page 140

Este estudio pone en evidencia que junto con establecer la vacunación preventiva obligatoria para este cáncer en niñas escolares con vacuna tetravalente y de alto costo (Gardasil), se debie- ron establecer estrategias para obtener coberturas útiles de tamizaje cervical en el sistema público de salud, algo que ha sido cuestionado en la lite- ratura (4,27) junto con una defensa institucional (7,28). Llama la atención que existan documen- tos ministeriales que en la práctica han institucio- nalizado incentivos económicos para la disminu- ción de brechas ente la cobertura real y el 80% establecido como ideal pero que no han cumplido el objetivo buscado. El impacto de la vacunación será posible apreciarlo sólo después de 10 o 15 años. En verdad todo el beneficio del programa de control de este relevante cáncer podrá ser una realidad cuando coincidan una cobertura de tami- zaje cervical al menos cercana al 80%, que haya inclusión de grupos de edades mayores y que los determinantes socio económicos asociados sean positivos (29,30). Si fuera al menos cercano al 80% , el impacto sería bastante rápido y evidente. Por otra parte, se han propuesto técnicas mejo- res que el Papanicolaou como el estudio viral que permite incluso autoaplicación, lo cual tampoco ha sido considerado en el programa ministerial (31). Es llamativo que al igual que la población ge- neral, las doctoras, matronas y enfermeras no reconocerían la importancia del tamizaje cervi- cal como prevención secundaria de este cáncer. Digno de consignar es que el desempeño de las tecnólogas médicos es algo mejor (32). Obviamente, la situación es diferente en los paí- ses desarrollados en que la vacunación por el vi- rus papiloma humano significa un mejoramiento superior a una situación sanitaria consolidada en relación al tamizaje cervical (33-35). Direcciones de Salud Municipales. Incluso se de- bería ir más allá con la integración de la Atención Primaria municipalizada y los Servicios de Salud (5). La elección de Directores (as) y matronas en Consultorios debería ser muy cuidadosa, privile- giando el compromiso vocacional y funcionario, junto con establecer y mantener una supervisión permanente. Podría considerarse establecer in- centivos contra metas superiores al 80%. Debería utilizarse plenamente el registro exis- tente de la cobertura de tamizaje cervical, por Servicios de Salud y por Consultorios de Atención Primaria, con supervisión periódica (36), lo cual se reitera periódicamente pero sin efecto aparente (37). También debería mejorarse la coordinación entre el Ministerio de Salud y la Superintendencia de Salud (38). Esta investigación demuestra que se debería in- cluir en el Programa Nacional de Cáncer Cérvico Uterino, población sobre 64 años e incluso es- tablecer obligatoria y taxativamente el tamizaje cervical en los programas de Diabetes Mellitus, Hipertensión arterial y Examen Preventivo de Salud del Adulto y Adulto Mayor, dirigidos a la atención habitual de mujeres más añosas, lo que actualmente no está normado, a diferencia del programa Maternal que atiende preferentemente mujeres jóvenes en edad fértil. En la práctica, se ignora un eventual aporte cuantitativo de exáme- nes de Papanicolaou en esos programas a lo efec- tuado en el programa Maternal. Convendría establecer una buena coordina- ción entre el Ministerio de Salud y los Colegios Profesionales que corresponda. Estudiar los cue- llos de botella que puedan existir en todos los niveles, incluyendo los Servicios de Anatomía Patológica de los hospitales. Se debería determinar la mortalidad por cán- cer cérvico uterino, desagregada entre usuarias Fonasa y usuarias de Isapres. En alguna forma, su falta oficial de desagregación es desconocer que tenemos un sistema de salud dual, no mixto. Esto es un desafío, no sólo para las autoridades de sa- lud sino también para los Colegios: Médico y de Matronas-Matrones. Dadas las bajas coberturas de Papanicolaou en profesionales de la salud : doctoras, matronas, enfermeras y tecnólogas médicas (32), se debería hacer un análisis y abordaje acotados. Educación y capacitación de funcionarios de- ben ser variables a ser enfrentadas en forma espe- cial, incluyendo evaluación permanente. Se debería comparar en forma permanente PROPUESTAS Sobre la base de los resultados de esta investi- gación y su análisis , se pueden hacer propuestas para mejorar el programa de control de este cán- cer en Chile y probablemente también en otros países de América Latina. Primero, establecer como objetivo nacional alcanzar o superar en el menor plazo posible una cobertura del 80% de tamizaje cervical por Papanicolaou en todos los consultorios y centros de salud familiar (36). Eso implica una coordina- ción estrecha, ojalá integración, entre los Servicios de Ginecología-Obstetricia hospitalarios y las Serra I., et al. 138