Este estudio pone en evidencia que junto con
establecer la vacunación preventiva obligatoria
para este cáncer en niñas escolares con vacuna
tetravalente y de alto costo (Gardasil), se debie-
ron establecer estrategias para obtener coberturas
útiles de tamizaje cervical en el sistema público
de salud, algo que ha sido cuestionado en la lite-
ratura (4,27) junto con una defensa institucional
(7,28). Llama la atención que existan documen-
tos ministeriales que en la práctica han institucio-
nalizado incentivos económicos para la disminu-
ción de brechas ente la cobertura real y el 80%
establecido como ideal pero que no han cumplido
el objetivo buscado. El impacto de la vacunación
será posible apreciarlo sólo después de 10 o 15
años. En verdad todo el beneficio del programa
de control de este relevante cáncer podrá ser una
realidad cuando coincidan una cobertura de tami-
zaje cervical al menos cercana al 80%, que haya
inclusión de grupos de edades mayores y que los
determinantes socio económicos asociados sean
positivos (29,30). Si fuera al menos cercano al
80% , el impacto sería bastante rápido y evidente.
Por otra parte, se han propuesto técnicas mejo-
res que el Papanicolaou como el estudio viral que
permite incluso autoaplicación, lo cual tampoco
ha sido considerado en el programa ministerial
(31).
Es llamativo que al igual que la población ge-
neral, las doctoras, matronas y enfermeras no
reconocerían la importancia del tamizaje cervi-
cal como prevención secundaria de este cáncer.
Digno de consignar es que el desempeño de las
tecnólogas médicos es algo mejor (32).
Obviamente, la situación es diferente en los paí-
ses desarrollados en que la vacunación por el vi-
rus papiloma humano significa un mejoramiento
superior a una situación sanitaria consolidada en
relación al tamizaje cervical (33-35).
Direcciones de Salud Municipales. Incluso se de-
bería ir más allá con la integración de la Atención
Primaria municipalizada y los Servicios de Salud
(5).
La elección de Directores (as) y matronas en
Consultorios debería ser muy cuidadosa, privile-
giando el compromiso vocacional y funcionario,
junto con establecer y mantener una supervisión
permanente. Podría considerarse establecer in-
centivos contra metas superiores al 80%.
Debería utilizarse plenamente el registro exis-
tente de la cobertura de tamizaje cervical, por
Servicios de Salud y por Consultorios de Atención
Primaria, con supervisión periódica (36), lo cual
se reitera periódicamente pero sin efecto aparente
(37). También debería mejorarse la coordinación
entre el Ministerio de Salud y la Superintendencia
de Salud (38).
Esta investigación demuestra que se debería in-
cluir en el Programa Nacional de Cáncer Cérvico
Uterino, población sobre 64 años e incluso es-
tablecer obligatoria y taxativamente el tamizaje
cervical en los programas de Diabetes Mellitus,
Hipertensión arterial y Examen Preventivo de
Salud del Adulto y Adulto Mayor, dirigidos a la
atención habitual de mujeres más añosas, lo que
actualmente no está normado, a diferencia del
programa Maternal que atiende preferentemente
mujeres jóvenes en edad fértil. En la práctica, se
ignora un eventual aporte cuantitativo de exáme-
nes de Papanicolaou en esos programas a lo efec-
tuado en el programa Maternal.
Convendría establecer una buena coordina-
ción entre el Ministerio de Salud y los Colegios
Profesionales que corresponda. Estudiar los cue-
llos de botella que puedan existir en todos los
niveles, incluyendo los Servicios de Anatomía
Patológica de los hospitales.
Se debería determinar la mortalidad por cán-
cer cérvico uterino, desagregada entre usuarias
Fonasa y usuarias de Isapres. En alguna forma, su
falta oficial de desagregación es desconocer que
tenemos un sistema de salud dual, no mixto. Esto
es un desafío, no sólo para las autoridades de sa-
lud sino también para los Colegios: Médico y de
Matronas-Matrones.
Dadas las bajas coberturas de Papanicolaou en
profesionales de la salud : doctoras, matronas,
enfermeras y tecnólogas médicas (32), se debería
hacer un análisis y abordaje acotados.
Educación y capacitación de funcionarios de-
ben ser variables a ser enfrentadas en forma espe-
cial, incluyendo evaluación permanente.
Se debería comparar en forma permanente
PROPUESTAS
Sobre la base de los resultados de esta investi-
gación y su análisis , se pueden hacer propuestas
para mejorar el programa de control de este cán-
cer en Chile y probablemente también en otros
países de América Latina.
Primero, establecer como objetivo nacional
alcanzar o superar en el menor plazo posible
una cobertura del 80% de tamizaje cervical por
Papanicolaou en todos los consultorios y centros
de salud familiar (36). Eso implica una coordina-
ción estrecha, ojalá integración, entre los Servicios
de Ginecología-Obstetricia hospitalarios y las
Serra I., et al.
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