ORIGINALES
dos grandes grupos, el programático, 25 a 64
años (junto con las más jóvenes) y el otro sobre
64 años, no incluido en el programa maternal
en mano sólo de matronas (fundamentalmente
mujeres en edad fértil), se hace evidente que las
muertes por cáncer cérvico uterino del primer
gran grupo que eran dos tercios del total hace 25
años, en la actualidad son sólo la mitad mientras
el grupo añoso ( fuera del programa maternal)
sube su proporción desde un tercio a casi la mitad
como se acaba de señalar (Figura 4 b).
Casen (14). En cambio, en relación a mortalidad
se presenta la nacional que incluye obligadamente
la población de ambos sectores de mujeres, las del
sistema público, afiliadas a Fonasa e indigentes y
las del privado, afiliadas a Isapres.
Algo nuevo en la literatura nacional ha sido
comparar la situación chilena con la de países
OCDE, tanto en relación a tamizaje cervical
(Papanicolaou) como a mortalidad por este cáncer
(12). La literatura internacional ofrece informa-
ción aun más extendida para los países Nórdicos
al considerar 50 años de evolución, consignando
incluso diferencias entre ellos (13).
Finalmente, se aporta información no publi-
cada como es la mortalidad por cáncer cérvico
uterino desagregada por grupos quinquenales de
edad. Aquí aparece una situación no considera-
da en el Programa Nacional como es el desplaza-
miento de la mortalidad por este cáncer del grupo
programático de 25 a 64 años hacia edades de 65
años y mas, no incluidas en el programa. En los
90, el grupo que se evaluaba y sigue evaluando
significaba dos tercios del total mientras ahora es
sólo la mitad mientras el otro 50% de las muertes
ocurre en mujeres de más edad, sobre 64 años,
que no reciben Papanicolaou por no estar en el
programa ministerial.
Las preocupaciones y análisis del programa
ministerial para este cáncer, en consecuencia sus
falencias son numerosas en la literatura chilena,
incluso referidas al sistema público de salud en
general (15-17), las cuales incluyen una audito-
ría de muertes por este cáncer en un Servicio de
Salud (18). El tema de las mujeres añosas y este
cáncer también ha sido destacado en la literatura
internacional (19,20).
También el análisis de los datos confirma, en
primer lugar, algo conocido como es que la mor-
talidad por este cáncer, altamente prevenible, pre-
senta una correlación bastante estricta con la co-
bertura de tamizaje cervical e incluso, destaca otro
elemento de inequidad en nuestro país como es la
constante menor cobertura de este procedimien-
to de diagnóstico precoz en el sistema público, en
comparación con el privado.
Lo anterior se ratifica al considerar la realidad
en países desarrollados de la OCDE, con infor-
mación disponible (12, 21-23). La comparación
con Chile demuestra lo que debiera ser el gran
objetivo nacional en relación a este cáncer, dismi-
nuir drásticamente y a corto plazo su mortalidad
(24,25). Se dispone de los recursos humanos y
técnicos para alcanzar dicho objetivo en pocos
años .
Figura 4b. Mortalidad por cáncer cérvico uterino
según dos grupos de edad en Chile, años quin-
quenales 1990-2015
70%
64,8%
64%
61,1%
60%
52,7%
50%
40%
47,3%
35,2%
50,9%
49,1%
54,8%
45,2%
38,9%
36%
30%
20%
10%
0%
1990
1995
2000
15-64 años
2005
2010
2015
65 y más años
DISCUSIÓN Y COMENTARIO
Este aumento de las muertes en las mujeres so-
bre 64 años se debe a la baja y decreciente cober-
tura en aquellas de 25 a 64 años incluidas en el
programa maternal, a la falta de consulta espontá-
nea, al envejecimiento poblacional y además, que
casi todas las mujeres mayores no son usuarias
del programa de la mujer.
La relativa similitud y estabilidad de las tasas de
mortalidad brutas y ajustadas por edad sugiere
que el envejecimiento poblacional habría ya alcan-
zado un cierto máximo.
El estudio incluye datos sobre evolución de la
mortalidad por cáncer cérvico uterino en Chile,
considerando un largo periodo de tiempo, casi
tres décadas desde 1990 hasta el 2015, jun-
to con información de la cobertura nacional de
Papanicolaou en el mismo período.
En lo que se refiere a cobertura de tamizaje cer-
vical en nuestro país, desagrega sectores público
y privado, sobre lo que hay muy escasa informa-
ción. En este punto, lo único publicado entre-
ga datos antiguos basados sólo en una encuesta
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Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (4): 133-141