Cuadernos Médicos Sociales 2019; Vol 58 N°4 | Page 117

ORIGINALES: Migración y Salud afectando el bienestar y salud de estas personas en forma independiente, sino que es la estrecha rela- ción entre estas, para cada caso particular, las que verdaderamente determinan la experiencia, signi- ficado y trascendencia de la migración internacio- nal para estos individuos. Tomar este enfoque de la vulnerabilidad permite abrir nuevas preguntas, cuestionar y permitir nuevas construcciones de realidades en la relación entre vulnerabilidad so- cial, migración internacional y salud. A partir de la mirada del proceso migratorio, se pueden reconocer distintos riesgos de daño a la salud para cada una de las etapas del proceso mi- gratorio. Esto depende tanto de la condición de vulnerabilidad de la persona y comunidad antes del acto migratorio, incluso considerando su tra- yectoria de vida completa, como las razones por las cuales migra y la experiencia misma de migrar. Las etapas mejor conocidas son la de tránsito y la de llegada, pero ciertamente falta investigar sobre la etapa pre-migratoria y sus capas de vulnerabi- lidad que afectan la experiencia migratoria en su conjunto. En este sentido, la evidencia internacio- nal indica que existen diversos factores que afec- tan de manera directa e indirecta la salud de la población inmigrante y de sus descendientes, tales como: las razones que determinaron la migración; condiciones de vida, familiares y de salud previas a migrar y durante la migración; la llegada a la nueva sociedad; experiencias de discriminación y estig- ma; desconocimiento del funcionamiento de los diversos sistemas sociales; soledad y abandono, y pobres condiciones laborales, entre otros (55-58). Desde la perspectiva de resultados de salud poblacional, de acuerdo a la evidencia actual dis- ponible, en general quienes migran son personas jóvenes y saludables (59). Sin embargo, esta situa- ción muchas veces se revierte dadas las experien- cias de limitado acceso a servicios de salud bási- cos, agravado por barreras culturales y lingüísticas que aumentan la vulnerabilidad para la población. También, en algunos casos, hay desconocimiento del propio migrante sobre sus derechos, maximi- zando el miedo a las autoridades, patronos y so- ciedad en general, y permitiendo así explotación y discriminación. Por otro lado, personas migran- tes también son víctimas de robos, asaltos, vio- laciones sexuales, mutilaciones, estafas por parte de traficantes y explotadores, que determinan la alta peligrosidad de la ruta migratoria (10). Junto con esto, por estar lejos de su contexto cultural, familiar y comunitario, y en ocasiones dado a condiciones impuestas desde las comunidades de destino, las personas migrantes suelen cambiar su comportamiento y adoptar nuevas prácticas, asu- men nuevos riesgos para su salud sexual y repro- ductiva, pueden ser más vulnerables al alcoholis- mo y uso de drogas, sufren cambios alimentarios y se ven obligados a permanecer en espacios sin condiciones adecuadas de saneamiento, agua po- table, entre otros. En Chile, se ha desarrollado un cuerpo de co- nocimiento y evidencia importante en la última década en esta materia. Esta evidencia en general propone que: 1) La población migrante internacional es altamente heterogénea en país de origen, razones para migrar, condiciones socioeconómicas, y pro- blemas de salud (60, 61). 2) Una proporción baja, y en descenso entre 2011 y 2013, de la población migrante se auto-re- porta como perteneciente a algún pueblo origi- nario (6% el 2011 y 5,4% el 2013 según CASEN; versus 8,1% 2011 y 9,2% 2013 en población chi- lena según CASEN). 3) Existe un grupo de migrantes internacio- nales que no tienen ninguna previsión de salud en Chile y son de urgente atención, en especial el grupo de 0-14 años y hombres jóvenes (62). 4) Las principales causas de egresos hospi- talarios en migrantes son parto, causas externas/ accidentes, tumores y problemas del sistema di- gestivo y respiratorio (63). 5) Las necesidades de salud percibidas por parte de migrantes son diversas y varían según condiciones de proceso migratorio y de residencia en Chile (64, 65). 6) El efecto del migrante sano (población migrante en promedio con menor auto-reporte de problemas de salud que la población local chi- lena) desaparece en migrantes de nivel socioeco- nómico bajo, que llevan más de 20 años en Chile, y de algunos países de origen específicos (Bolivia, Ecuador, etc. según la condición de salud estudia- da) (66). 7) Existe un grupo de migrantes interna- cionales que, de manera consistente a lo largo del tiempo, prefiere no reportar su estatus migratorio en encuestas poblacionales (CASEN 2006, 2009, 2011 y 2013). Este grupo reporta nivel socioeco- nómico bajo, alta proporción de población infan- til y puede representar a migrantes en situación irregular (67). 8) Existe evidencia de la importancia de re- conocer la relación entre territorio y salud, tanto en población local como migrante. El territorio incide en la forma en que la vida transcurre, las personas se relacionan y el cuidado de la salud se 115 Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (4): 109-119