CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS | Page 76

Edwin Eberhard de Gross-Neudorf, con cerca de 40 años, y un fugitivo alemán de Bromberg, de 72 años, cuyo nombre Blendowski no conoce, y se colocan junto a la pared, mirando a los soldados. Dichos populares alemanes obedecieron juntos la orden. Por orden del dueño, las mujeres entregaron avena los soldados. Después los soldados mandaran a los alemanes que miren a la pared, lo que éstos hicieron. En ese momento, Zielinski dijo a los soldados: "Maten a todos, menos a los niños que son hijos de gente pobre". A continuación, desencadenaron tiros. Blendowski no había sido golpeado, pero de susto se desmayó y cayó como los otros alemanes estaban muertos. En dos de ellos se hallaba destrozada la mitad de la cabeza. Fuente: Sd. K. Ls. Bromberg 1/3. 30. Familias enteras asesinadas. El testigo Anton Dombek, inspector de jardines en Bromberg, depuso bajo juramento: El martes 5 de septiembre de 1939, la guardiana civil polaca y soldados huyeron de la ciudad. Alrededor de media hora después, las tropas alemanas entraron en la ciudad. El aspecto que se nos presentó fue horrible. La gente de edad había sido muerta a tiros, sin grandes mutilaciones. Encontramos, sin embargo, en una sepultura colectiva en la plaza Buelowplatz, 8, cadáveres en estado tal que no pudieron ser identificados. Los cadáveres estaban cubiertos de paja y arena. En algunos faltaba el occipital, algunos no tenían ojos, otros tenían los brazos y piernas fracturados e incluso los dedos. Las familias enteras fueron asesinadas, por ejemplo, Kohn, padre, madre y 3 hijos, Boldin, 3 personas; Boehlitz, padre y dos hijos; Beyer, padre y 2 hijos (de 18 a 10 años), al más joven le arrancaron de los brazos de la madre que lloraba. Fuente: WR I. 31. Polaca sanguinolenta, espumado de rabia. Asesinato de Rapp, padre e hijo. D. Helene Stein, Bromberg, Frankenstrasse, 78, debidamente intimidad, compartiendo, deponiendo: El 3 de septiembre de 1939, yo estaba frente a mi casa, haciendo mi servicio de