CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS | Page 42

que entonces los dos hijos serían tomados como rehenes, matthes se presentó para salvar a sus hijos. En ese momento, matthes escapó de ser víctima de un hacha vibrada por Kinczewski, y Biermann intervinía en el último instante. Anteriormente, Pijarowski con su hacha y Dybowski con el cuchillo habían asaltado Selma Matthes y sus dos hijos fueron conducidos por soldados polacos. Cuando estaban siendo deportados, Matthes y sus dos hijos lograron salvarse por la fuga, mientras que los soldados que luchan por los objetos de valor, descuidando asi la vigilancia 1 . Fuente: Sd. K. Ls. Bromberg 22/39. 5. ¡Todos los szwaby tienen que ser muertos a tiros!" Asesinato de Giese. - "... partículas de masa encefálica y sangre se hallaba pegados a la pared de la cocina". El testigo Giese de Bromberg después bajo juramento: Cuanto la persona: Me llamo Jhoanna Giese, n. Geusch, tengo 51 años de edad, soy de confesión evangélica, popular alemana, resido en Bromberg la calle Konopnickiej, 9. En cuanto a la causa: el domingo, a los tres días del mes de septiembre de 1939, entre las 11 y 12 horas, estábamos en la bodega de nuestra casa. Soldados y civiles polacos invadieron nuestro terreno, exigiendo que saliéramos de la bodega. Al salir, un soldado afirmó que habían sacado partido de nuestra casa. No teníamos armas en casa. Mi yerno fue el primero en salir de la bodega. En ese momento un civil gritó: "Todos los szwaby tienen que ser muertos a tiros", siendo mi yerno luego herido por un tiro que le perforo la arteria, y tres tiros en el pecho y el cuello. Aun así, no murió pronto, estando aún con vida la noche del domingo cuando tuvimos que huir. Como no pudimos llevarlo, lo echamos en un sofá, en nuestra residencia. Cuando el martes los soldados alemanes hicieron su entrada en Bromberg, un sargento me acompañó hasta mi propiedad para que me enterara de lo que había pasado. Me encontré con un cuadro desolador. Habían sacado mi yerno del sofá, lo habían arrastrado hasta la cocina, donde yacía debajo de la mesa. Estaba con la cabeza partida, faltando la cavidad craneana y el cerebro; las 1 detalla el documento anterior.