CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS | Page 23
residencia, o matarlos a tiro 15 . La pregunta por el motivo de la persecución o de
la prisión era respondida por un tiro en la nuca, por culatazos o por bayonetas.
Eran de importancia no menos fatal la observación: "Sospechoso", en los
cuadernos de reservistas alemanes, y las órdenes de alta, dadas a presos
pertenecientes a la minoría étnica alemana, los cuales con excepción de uno
(Eugen Hofmann) - fueron todos asesinados en Bromberg, el 4 de septiembre.
Según fue constatado, la observación "Sospecho". Como también las "órdenes
de alta" representaban para las autoridades polacas la orden de matar a los
portadores de dicha anotación en orden. (…Detalles en la documentación RKPA
1486/22/39 1486/24/39). Quedo averiguado al respecto de la acción anti -
alemana, sistemáticamente preparada por las autoridades polacas, prueba que
es improcedente la opinión propuesta por los emigrantes polacos, de tratarse,
en el caso de las atrocidades, de represalias los polacos tenían, en adelante a las
tropas alemanas, llevando consigo a los populares alemanes y ellos habrían
"muerto" en un acceso de "desesperación", cuando su propia situación se iba
haciendo peor. En realidad, estos alemanes fueron arrestados, deportados,
maltratados y asesinados, según un plan bien meditado, y no bajo choque de la
invasión Alemana.
Las prisiones y los malos tratos eran, por reglas generales, seguidas o precedidas
de búsquedas para descubrir armas, radio emisoras secretas, radio-receptores y
documentos sospechosos. Los alemanes no tenían armas, ya que la propia
situación, ya hacía tiempo, ¡lo prohibía! Pero, bastaba que se descubriera una
pistola de niño para justificar un homicidio 16 . A veces, los polacos también
afirmaban haber encontrado un arma cuando, en realidad, ellos mismos habían
escondido en su casa; y que, al preguntar por la munición escondida, ellos
mismos colocaban, escondidas, un cartucho sobre un armario, sirviendo
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Las listas representaron un papel importante en la preparación de las atrocidades polacas. "Tenían una lista
según la cual fueron llamadas todas las personas que se hallaban en el sótano", es lo que comunica la criada
Gertrud Becker, en Bromberg - Jaegerdorf, como testigo del asesinato de Schroedter y Kobke (WR 1). Los
comandantes de las organizaciones locales de la Unión de Revoltosos habían preparado "listas de muerte" que
servían para la ejecución de los asesinatos masivos. Referente al testigo jurado Litwa, propietaria de
restaurante en Landsberg (Municipio Rybnik) que el revoltoso Kwiotek organizó una lista de 150 alemanes "que
debían ser masacrados oportunamente. (S. G. en Kattowitz 19/39).
"Tomó parte, también, en la organización de la lista negra, el Consejo de la ciudad", refiere el testigo Elvira
Diesner en Clechocinek (WR II). "La organización de las listas estaba a cargo de los órganos administrativos
locales", declaró el testigo Pastor Paul Rakette de Schokken (WR. II) Un sargento de la policía de Rogasen contó
al testigo Ewaid Thon, propietario de restaurante, que la Lista Negra "venía organizada de arriba "(WR. II). El
testigo Erwin Bot, sastre en Ostburg, cree que el intendente polaco había sido responsable de la organización
de las listas; "Sin esas listas los soldados no habrían podido llamarnos por los nombres" (WR II).
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Relato verbal del testigo Charlotte Korth, adjunto al testimonio (WR I).